Ecuador y Colombia ejecutarán acciones coordinadas para desarticular la estructura criminal de los disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que la semana pasado asesinaron a tres integrantes de un equipo periodístico del diario ecuatoriano El Comercio.
Colombia puso a disposición de Ecuador decenas de militares y policías para compartir conocimientos con sus pares ecuatorianos, así como fiscales, para avanzar en la tarea.
El lunes, tras una reunión de casi cinco horas de ocho ministros, cuatro por cada lado, también se decidió dar todas las facilidades necesarias a la Cruz Roja Internacional para la recuperación de los cuerpos de los tres fallecidos, que aún no han sido localizados.
El grupo del diario El Comercio, conformado por el periodista Javier Ortega, de 36 años, el fotógrafo Paul Rivas de 45 años y el conductor Manuel Segarra, de 60 años, llegaron a Esmeraldas el 25 de marzo y un día después fueron secuestrados por el grupo de disidentes de las FARC, Oliver Sinisterra, liderado por alias "Guacho".
La canciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa, dijo que su país va a "hacer todo lo que esté en nuestras manos para dar con... (alias) Guacho y los criminales responsables de este hecho y aplicar todo el rigor de la ley".
Su homóloga colombiana María Angela Holguín, añadió que la reacción binacional tendrá "con toda la contundencia, no vamos a desfallecer", y agregó que "no solo haremos las misiones para doblegar la estructura de Guacho, sino para tener una frontera segura, en que el pueblo ecuatoriano y el pueblo colombiano puedan vivir absolutamente tranquilos".
Horas antes, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, en un acto oficial conminó a "Guacho" a entregarse a la justicia ecuatoriana . Moreno le advirtió que "ha escogido mal al enemigo y el escenario".
"No vamos a permitir que el terror se instale en nuestra patria", sentenció.
En un comunicado enviado a The Associated Press por Fundamedios, organización que ha servido de canal en este caso, el grupo de disidentes dijo: que suspende "cualquier tipo de actividad humanitaria con relación a la entrega de los periodistas", debido a que por las acciones militares de ambos países no hay garantías para el desplazamiento de sus unidades ni "seguridad para los miembros de la misión humanitaria".
En tanto, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) reiteró su disponibilidad de facilitar una operación humanitaria de recuperación de los restos de las víctimas.
Por su parte, el director de medicina legal en Colombia, Carlos Valdez, dijo a la AP que se envió al municipio colombiano de Tumaco, en la frontera con Ecuador, a cinco expertos, que seguirán a la espera de los cuerpos.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos, admitió la noche del domingo que "por fuentes de inteligencia se confirmaba que los cuerpos estaban del lado colombiano. En ese sentido, tiene uno que suponer que fueron asesinados en Colombia", contradiciendo su posición previa de que los hechos fueron cometidos en suelo ecuatoriano.
En Bogotá, un pequeño grupo de reporteros se plantaron en silencio a un costado de la embajada de Ecuador, al norte de la ciudad, en solidaridad por el asesinato de los tres miembros de El Comercio.
"Nos faltan 3", se leía en las pancartas que sostenían los reporteros gráficos junto a fotografías de las víctimas.
Según el Ministerio de Justicia de Ecuador, hay 11 detenidos relacionados con el grupo disidente de las FARC al que se acusa por el secuestro y asesinato de los periodistas. Los individuos, capturados en Esmeraldas, en el norte del país, durante operativos en la frontera con Colombia, guardan prisión en la ciudad de Guayaquil (sur).
El domingo, el Ministro del Interior, César Navas, informó que en operativos en Mataje, la zona de Esmeraldas donde desaparecieron los periodistas, se habían realizado 91 allanamientos desde el viernes pasado, en los que se encontró armamento artesanal y antiaéreo "que puede derribar un helicoptero", y se habían detenido 9 personas.
El gobierno ecuatoriano anunció este lunes el envió de 500 militares más a esa zona de la frontera.
Ambos países comparten alrededor de 640 kilómetros de frontera común que se extienden desde el océano Pacífico pasando por los Andes hasta llegar a la Amazonía, donde por la mayor parte del lado colombiano operan con relativa libertad grupos armados de delincuentes, narcotraficantes y ex integrantes de las FARC.
Con información de AP