El gobierno de presidente Barack Obama ha tomado los primeros pasos para desincentivar los traslados de compañías estadounidenses al extranjero que buscan evadir impuestos en Estados Unidos.
El Departamento del Tesoro anunció nuevas regulaciones diseñadas para limitar la habilidad de las empresas de buscar refugio en países donde se paga menos a través de las llamadas "inversiones corporativas" en las cuales empresas de Estados Unidos adquieren una empresa extranjera y se convierte en eso para propósitos de impuestos.
El Departamento del Tesoro hará más difícil trasladarse al extranjero endureciendo los requerimientos para ser dueño de una compañía.
Hasta ahora las inversiones han sido permitidas siempre y cuando los accionistas de la firma estadounidense posean menos del 80 por ciento de las acciones de la compañía absorbida, pero el Tesoro parece estar dispuesto a subir ese límite.