Representantes de las oficinas de comercio exterior de México, Estados Unidos y Canadá concordaron en señalar que el T-MEC, que entra en vigor el próximo 1 de julio, brindará más y mejores oportunidades a los tres países y podría llevar a América del Norte a convertirse en una de las regiones más prósperas del mundo.
"Creo que podremos mostrarle al mundo que trabajando como una región unida, Norteamérica puede ser una región que puede traer prosperidad a todos", aseguró Luz María de la Mora, subsecretaria de Comercio Exterior de México, que participó el martes en una conferencia virtual organizada por El Instituto México del Centro Wilson y el Instituto Canadá.
Por su parte, Ailish Campbell, comisionada de Comercio de Canadá y viceministra adjunta de Asuntos Globales de ese país, aseguró que para llegar a este nuevo tratado se consideró el beneficio de las personas que habitan la región.
"El primer ministro [Justin Trudeau] siempre está retándonos para buscar cosas que hagamos para el bien de las personas, y creemos que con este acuerdo vamos a poder alcanzar que más personas sean beneficiadas y esto nos permitirá desarrollar medidas que nos hagan más globalizados", mencionó Campbell.
El T-MEC, que fue ratificado por los mandatarios de Canadá, Estados Unidos y México, promete ser una respuesta a las necesidades del comercio mundial actual, según sus signatarios.
"Trabajaremos por adaptar las políticas para crear empleos y fortalecer la economía de Norteamérica por medio de este tratado que es muy beneficioso para todos los países que lo conformamos", dijo Joseph Semsar, subsecretario adjunto de Comercio Internacional del Departamento de Comercio de Estados Unidos.
Según cifras relacionadas con el T-MEC brindadas por las autoridades, en un principio se esperaba que con este tratado se generasen miles de nuevos empleos y aumentara el flujo de dinero entre las tres naciones.
Sin embargo, la pandemia del coronavirus, que ha dejado a miles de personas sin empleo, ha cambiado esa perspectiva. Pero los representantes de los tres países creen que trabajando juntos, como bloque, pueden contrarrestar el impacto económico actual.
"Reconocemos que estamos en una crisis humanitaria mundial y vamos a apoyar en cualquier aspecto que sea importante, desde el desarrollo de una vacuna hasta cualquier cosa que sea necesaria para que, también como región, podamos hacer algo por el resto del mundo", dijo la funcionaria canadiense sobre ese punto.
Campbell agregó que también es importante que los gobiernos apoyen a los empresarios locales para que puedan sobrevivir al impacto económico de la pandemia.
De manera similar, Semsar sostuvo que el gobierno estadounidense, liderado por el presidente Donald Trump, ha realizado grandes esfuerzos para incentivar la economía y apoyar a las personas y las industrias que se han visto afectadas por esta crisis sanitaria.
"Creo que las relaciones con la industria de nuestro país y los acuerdos a los que se han llegado han permitido que todavía se mantenga en pie la economía y por eso seguimos trabajando en base a este nuevo tratado", dijo.
Para finalizar, De la Mora, dijo sentirse muy optimista respecto lo que depara el futuro de las economías con este nuevo tratado.
"Este tratado es la mejor manera de finalizar una era, la del NAFTA, y empezar una nueva, con el T-MEC, trabajar en base a lo ya construido y desarrollar de acuerdo a las nuevas reglas de comercio mundial".