Durante años, la Unión Europea ha encabezado la batalla para imponer un impuesto global a las multinacionales tecnológicas. Tras años de resistencia por parte de la administración del presidente Donald Trump, los europeos ahora esperan que un nuevo gobierno esté dispuesto a alcanzar un acuerdo o, incluso, a afrontar un posible impuesto digital.
Thierry Breton, el Comisionado Europeo de Mercados Internos, explicó que Europa ya no es ingenua en sus expectativas de su alianza con Estados Unidos. Los europeos ya no pueden darse el lujo de ser ingenuos, afirmó.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) fue anfitriona de pláticas sobre los impuestos digitales. Los miembros pospusieron la fecha tope para un acuerdo para el 2021, luego que Estados Unidos se retirara de las pláticas en junio debido a la pandemia del coronavirus.
El ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, dijo que Washington difícilmente desistirá de lo que él llamó una postura confrontativa en el tema, independientemente de quién ocupe la Casa Blanca.
"Los gigantes digitales son ahora los adversarios de los gobiernos”, dijo Le Maire, prometiendo que muy pronto se les impondrá nuevos impuestos “con la misma tasa que a las compañías francesas”.
Esa postura es compartida por el comisionado Breton.
Dijo que una discusión fue iniciada por la OCDE y sostuvo que, aunque Estados Unidos se retire puede, regresar. Los europeos establecieron una fecha límite de junio del 2021 para concluir la negociación, recordó Breton. Si los europeos se ponen de acuerdo y Estados Unidos no regresa a la mesa de negociaciones, la UE asumirá sus responsabilidades e impondrá el impuesto, insistió Breton.
Algunos en Europa advierten que una administración liderada por Joe Biden, quien se proyecta como futuro presidente de EE.UU., igual se resistiría a que se impongan impuestos a compañías de tecnología estadounidenses. El presidente electo Biden y su futura vicepresidenta, Kamala Harris, tienen tantos vínculos con Silicon Valley, sede de los gigantes digitales, como tenía la administración Obama entre el 2009 y el 2017.
Arno Pons, jefe de Digital New Deal, una organización de investigación en París, destacó que Joe Biden era el vicepresidente de Barack Obama durante una administración que fue claramente favorable a los gigantes tecnológicos y probablemente mantenga las mismas opiniones ahora.
En cuanto a Kamala Harris, originalmente de California, Pons la ve como alguien con vínculos cercanos con los ejecutivos de las grandes firmas de tecnología. Citó como ejemplo el reciente nombramiento en el equipo de transición de Biden de exempleados de Apple y Facebook.
El mes pasado, la OCDE advirtió que las tensiones por el impuesto digital podrían desatar una guerra comercial que sería capaz de reducir en un punto porcentual el crecimiento económico mundial de cada año que dure el conflicto.