El número de estadounidenses que solicitaron beneficios por desempleo descendió ligeramente en la semana que terminó el 3 de octubre, pero aún refleja la lentitud de la recuperación laboral en Estados Unidos, según datos divulgados este jueves por el Departamento de Trabajo.
La cifra de 840.000 nuevas solicitudes por desempleo resultó menor a las 849.000 de la semana anterior, pero los economistas esperaban algo menos y consideran que todo aparenta que continúan los recortes de empleos a siete meses del inicio de la pandemia del coronavirus.
Lo peor es que el desempleo en Estados Unidos es cuatro veces más alto de lo que estaba antes de comenzar la pandemia. Expertos y economistas consideran que es necesario otro paquete de estímulos del gobierno para dar un impulso a la aletargada economía.
Según el reporte del Departamento de Trabajo, el número de personas que están recibiendo beneficios por desempleo disminuyó a 11 millones desde 12 millones, lo que siguiere que muchos desempleados están regresando a sus trabajos.
Sin embargo, también refleja que algunos ya agotaron las 26 semanas de sus beneficios estatales y han pasado a programas de beneficios extendidos que les brindan tres meses adicionales.
En el último informe mensual antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, emitido la semana pasada, aparece que en septiembre hubo la menor creación de empleos desde que el mercado laboral comenzó a recuperarse en mayo, y que al menos la mitad de los 22,2 millones de personas que perdieron sus trabajos al principio de la pandemia siguen desempleados.
La expectativa de los economistas para el resto de 2020 y los primeros meses de 2021 es una desaceleración mayor en las contratas, especialmente si otro paquete de asistencia económica por la pandemia.
Hasta ahora ese paquete se ha mostrado elusivo. El presidente Donald Trump suspendió el martes las negociaciones con el Congreso hasta después de las elecciones del 3 de noviembre, aunque después sugirió que estaría dispuesto a aprobar medidas puntuales, como pagos de 1.200 dólares a cada ciudadano o financiamiento para pequeños negocios.