Estados Unidos y China acordaron retroceder en la idea de imponer nuevos aranceles mutuos a las exportaciones, un día después de que alcanzar un acuerdo por el que China comparará más productos estadounidenses para “reducir sustancialmente” el enorme déficit comercial con EE.UU.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin dijo a Fox News que las dos economías más grandes del mundo “han hecho avances significativos y hemos acordado un marco” para resolver los problemas comerciales. “Así que ahora mismo hemos acordado suspender la imposición de aranceles mientras tratamos de ejecutar el marco de trabajo”, dijo.
La agencia estatal de noticias china, Xinhua, citó al vice premier, Liu He, quien lideró las negociaciones por parte de China en las conversaciones de la semana pasada en Washington, diciendo que “ambos lados hemos alcanzado un consenso, no pelearemos una guerra comercial, y vamos a dejar de incrementar los aranceles unos a otros”.
Liu dijo que el acuerdo era una “necesidad”, pero añadió que “al mismo tiempo hay que darse cuenta que el deshielo no se puede lograr en un día y resolver los problemas estructurales de la economía y las relaciones de comercio entre los dos países tomará algún tiempo”.
Beijing acordó en un comunicado conjunto con Estados Unidos “reducir en forma importante” el saldo comercial negativo estadounidense con China, pero no se comprometió a ninguna cifra específica. El gobierno del presidente Donald Trump pretende que el déficit se reduzca en 200.000 millones de dólares.
Sin embargo, Mnuchin dijo que ambas naciones consiguieron “progresos importantes” y que el gobierno estadounidense aceptó suspender la imposición de aranceles a importaciones chinas por 150.000 millones de dólares. El anuncio de China de adoptar medidas similares acarreaba el peligro de una sucesión de represalias y una guerra comercial.
El funcionario señaló que espera un gran incremento _de entre 35 y 45% este año solamente_ en las ventas agrícolas estadounidenses a China. Mnuchin también prevé que se dupliquen las ventas de productos estadounidenses relacionados con la energía al mercado chino a entre 50.000 millones y 60.000 millones de dólares dentro de tres o cinco años.
El secretario de Comercio, Wilbur Ross, que ha participado en el equipo negociador estadounidense, viajará pronto a China para dar seguimiento a las conversaciones de la semana pasada, agregó.
En la declaración del sábado, Beijing se comprometió a “incrementar considerablemente” sus compras de bienes y servicios estadounidenses y señaló que ese aumento “podría satisfacer las necesidades cada vez mayores de consumo del pueblo chino y la necesidad de un desarrollo económico de alta calidad”.
El año pasado, Estados Unidos registró un déficit comercial histórico de 376.000 millones de dólares con China en el intercambio de mercancías, el mayor que tenga con cualquier otra nación.