El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, intentó este martes llamar la atención desde la Casa Blanca, para enfatizar la necesidad de que el Congreso evite las consecuencias que podría traer un recorte de gastos en el presupuesto del país.
“Es preocupante que dentro de diez días el Congreso pueda aprobar recortes que perjudicarán nuestro presupuesto”, dijo Obama.
El mandatario estadounidense aseguró que los recortes, conocidos como secuestro de fondos, que los republicanos proponen no son “inteligentes, perjudicarán nuestra economía (…) No son una buena idea, pero esto es lo mejor: no tienen que ocurrir”.
Obama hizo un llamado para encontrar una “solución equilibrada” que no comprometa la ya complicada situación económica de la clase media del país.
Los republicanos, que controlan la cámara, rechazan cualquier aumento de los ingresos fiscales como solución, lo que ha generado una nueva serie de enfrentamientos en el Congreso sobre el gasto y el aumento de impuestos a los más acaudalados.
El acuerdo conseguido por los republicanos, que toma efecto el 1 de marzo de 2013, lleva a la inminente aplicación de un recorte de $85 mil millones de dólares en gastos para el 2013 y casi $1 billón en 10 años.
“Es preocupante que dentro de diez días el Congreso pueda aprobar recortes que perjudicarán nuestro presupuesto”, dijo Obama.
El mandatario estadounidense aseguró que los recortes, conocidos como secuestro de fondos, que los republicanos proponen no son “inteligentes, perjudicarán nuestra economía (…) No son una buena idea, pero esto es lo mejor: no tienen que ocurrir”.
Obama hizo un llamado para encontrar una “solución equilibrada” que no comprometa la ya complicada situación económica de la clase media del país.
Los republicanos, que controlan la cámara, rechazan cualquier aumento de los ingresos fiscales como solución, lo que ha generado una nueva serie de enfrentamientos en el Congreso sobre el gasto y el aumento de impuestos a los más acaudalados.
El acuerdo conseguido por los republicanos, que toma efecto el 1 de marzo de 2013, lleva a la inminente aplicación de un recorte de $85 mil millones de dólares en gastos para el 2013 y casi $1 billón en 10 años.