La economía de Latinoamérica y el Caribe crecerá este año un 2 % frente al 1,4 % proyectado, incremento que aún no es suficiente para poner a la región al nivel del resto, informó el Banco Mundial en un reporte publicado este miércoles, que recomendó inversiones en conectividad digital para estimular el desarrollo.
Con este nuevo pronóstico, el organismo multinacional revisó al alza la previsión inicial del 1,7 % hecha a principios de 2023, que luego rebajó al 1,4 % en abril pasado. Las estimaciones actuales también sobrepasan el 1,7 % previsto para la región por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, el mes pasado.
Aunque el área logró "importantes avances en resiliencia macroeconómica" y "atravesó las múltiples crisis de la post pandemia con relativo éxito", el crecimiento pronosticado para este año continúa "siendo insuficiente para reducir la pobreza y crear empleos", indicó el informe del Banco Mundial al que tuvo acceso la Voz de América.
La pobreza y el empleo en la región "volvieron a sus niveles previos a la crisis, y la inflación, excluyendo a Argentina y Venezuela, ha caído a un promedio regional del 4,4 %".
El Banco Mundial también prevé tasas del 2,3 y 2,6 % para 2024 y 2025, similares a las de la década de 2010, pero aún "insuficientes para lograr los avances tan necesarios en materia de inclusión y reducción de la pobreza".
La organización multinacional insistió en que el contexto global continúa siendo "adverso" debido a las altas tasas de interés y las "perspectivas inciertas para China", y afirma que si bien la relación deuda con el PIB regional se estima en un 64 %, un decrecimiento con respecto al 67 % del 2022, está todavía por encima del 57 % de 2019.
“La región ha demostrado ser en gran medida resiliente a los diversos shocks externos posteriores a la pandemia, pero lamentablemente el crecimiento sigue siendo anémico”, advirtió el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo.
Solución digital para estimular el desarrollo
De acuerdo con Jaramillo, los "países deben encontrar urgentemente formas de impulsar la inclusión y el crecimiento", soluciones que podrían recaer en parte en soluciones digitales.
"La inversión pública y privada en conectividad digital puede estimular nuevos sectores y empleos, ofrecer nuevas áreas de comercio y aumentar la eficiencia, la calidad y la inclusión de los programas gubernamentales que van desde la educación hasta la extensión agrícola en zonas rurales remotas", afirmó por su parte el economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, William Maloney.
Maloney subrayó que el Banco Mundial ve aquí "una gran oportunidad para la región”, aunque matizó que esta no es "una fórmula mágica para el crecimiento" pues podría sacar a la luz desigualdades sociales existentes "si no se hacen inversiones complementarias en habilidades, finanzas y sistemas regulatorios para hacer realidad la promesa de las tecnologías digitales para todos”.
El organismo reconoció que existen aún brechas por salvar en este sentido, entre ellas la todavía insuficiente infraestructura, la falta de cobertura de internet en zonas rurales, y el alto costo de conexión, que afecta el acceso de sectores vulnerables.
El organismo económico recomendó aprovechar oportunidades existentes en la región que pueden ser utilizadas para mejorar la gobernanza, entre ellas el desarrollo y mejor uso de herramientas digitales que faciliten transacciones y mejoren la eficiencia de prestaciones de servicios.
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