El sacerdote español Miguel Pajares, uno de los afectados por el virus del ébola en Liberia, murió este martes en Madrid, a pesar de haber sido tratado con un medicamento experimental con el que también se trata a dos pacientes estadounidenses.
El cura de 75 años contrajo la infección probablemente por estar en contacto con el director del Hospital de San José en Monrovia, capital de Liberia, que también resultó infectado.
Pajares había parecido estabilizarse en los últimos días pero al parecer su cuerpo no puedo generar los suficientes anticuerpos necesarios para combatir el virus.
Según el ministerio de Salud español, el sacerdote recibió durante el fin de semana una dosis de la droga experimental ZMapp que también han recibido los estadounidenses Kent Brantly y Nancy Writebol, quienes son atendidos en una unidad de aislamiento en Atlanta.
El tratamiento todavía está en su fase experimental pero las autoridades federales de salud de Estados Unidos bajaron las restricciones para su uso y ha sido enviado a Liberia para tratar a médicos infectados.
Dos farmacéuticas estadounidenses y una canadiense han dicho estar desarrollando diferentes clases de tratamiento para combatir la enfermedad.