La cifra de muertos por el brote de ébola en África Occidental se ha elevado a 1.350, según la Organización Mundial de la Salud, con 106 nuevas muertes reportadas entre el 17 y 18 agosto en tres países.
La agencia de salud de Naciones Unidas señaló que sospecha de 221 posibles nuevos casos, confirmados y probables de la mortal fiebre se informaron a través de Guinea, Liberia y Sierra Leona durante el período de dos días.
Por otra parte, se informó de manifestaciones violentas en Liberia el 20 de agosto cuando individuos lanzaron piedras y asaltaron las barricadas de alambre de púas, tratando de salir de un barrio en la capital Monrovia que había sido acordonado por el gobierno.
Soldados repelieron a la multitud creciente a tiros, lo que obligó a la multitud a volver a su barrio en cuarentena conocido como Punto Oeste.
Los enfrentamientos marcaron un nuevo capítulo en los cinco meses de lucha de África Occidental contra el ébola, el brote más mortífero de la historia.
La epidemia en Sierra Leona y Guinea se ha concentrado en zonas rurales, pero la enfermedad también se ha extendido a esta gran ciudad, Monrovia, la capital liberiana.
La lucha contra el ébola en una zona urbana, especialmente en un lugar como Punto Oeste, un barrio extremadamente pobre y a menudo violento que aún muestra las cicatrices de 14 años de guerra civil en Liberia; presenta desafíos que las organizaciones gubernamentales y de ayuda internacional sólo recién comienzan a dimensionar.
Los riesgos de que el ébola se propague rápidamente, y las dificultades para contenerlo, se multiplican en un entorno urbano denso, especialmente uno en el que el sistema de salud ha colapsado y los residentes parecen cada vez más desconfiados de los esfuerzos del gobierno para hacer frente a la crisis, dicen los expertos.