No todas las personas acusadas de consumir drogas ilegales deben terminar en prisión, asegura un informe de la Comisión para el Control del Abuso de Drogas de la OEA.
El documento, presentado a los ‘estados miembros’, propone una serie de alternativas al encarcelamiento para delitos relacionados con las drogas”.
El informe sostiene que a través de las alternativas al encarcelamiento se puede contribuir a alcanzar cinco objetivos fundamentales en el hemisferio como “tratar los problemas de salud pública asociados al consumo ilícito de drogas (...), reducir los impactos negativos del encarcelamiento, como el hacinamiento (…) y reducir gastos”.
“Racionalizar el uso del derecho penal, manteniendo la idea de castigo penal como última ratio para los infractores menores; asegurar la seguridad pública y la seguridad ciudadana priorizando el uso de los recursos para combatir la delincuencia organizada; y garantizar que estos objetivos se alcancen con el gasto mínimo necesario para maximizar los resultados deseados”, son el resto de objetivos, explicó la OEA en un comunicado.
Por su parte, el máximo organismo rector en América indicó que el informe es una guía pero que cada país puede adaptarlo a sus necesidades.
“La aplicación de leyes severas para los delitos relacionados con drogas ha generado consecuencias negativas, como la sobrecarga de tribunales y cárceles, y el sufrimiento de miles de personas encarceladas por pequeños delitos de drogas”, dijo el saliente secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
Entre las estrategias concretas propuestas en el Informe presentado hoy destacan la descriminalización o la despenalización; la derivación o traslado fuera del sistema de justicia; la desprisionalización o medidas no privativas de libertad; la proporcionalidad; y el seguimiento y evaluación.
Algunos estados de Estados Unidos, ya aplican medidas similares con lo que han disminuido el número de personas que termina en prisión por delitos leves.
