De pasar la votación final, los jóvenes soñadores que requieren una licencia o acreditación del estado para ejercer su profesión podrán hacer realidad sus sueños en Nueva York.
A partir del primero de junio, muchas enfermeras, profesores, abogados, terapistas, etc., podrán desempeñar la labor para la cual estudiaron con mucho esfuerzo y dedicación.
La Junta Administrativa de Nueva York decidió el mes pasado permitir que inmigrantes sin permiso de residencia amparados por los programas de suspensión de deportaciones soliciten los documentos que los habilitan para trabajar en sus profesiones.
Hina Naveed, una enfermera graduada contó a la agencia AP la frustración que sintió al saber que no podría ejercer debido a su situación migratoria, ella fue traída por su familia paquistaní de manera ilegal cuando tenía tan solo 10 años.
"Invertí todo este dinero. Llegué hasta aquí. Hablo todo el tiempo de lo feliz que estoy de ser enfermera. Disfruté mucho mi experiencia clínica. Pero todo se reduce a un pedazo de papel", expresó esta mujer de 25 años, residente en Nueva York, quien ahora está feliz y espera pasar el examen para obtener su licencia el próximo mes de abril.
Nueva York no es el único estado que abre las puertas a soñadores profesionales. California aprobó en 2014 una ley que despeja el camino para conceder licencias para 40 profesiones sin importar el estatus migratorio.
En la Florida se dan licencias a abogados amparados por la suspensión de deportaciones. Nevada se las da a maestros que han recibido el estatus temporal, que incluye un permiso de trabajo a través de DACA.