Dos exguerrilleros de las FARC y un líder campesino están entre los nueve muertos que dejó una masacre perpetrada el lunes en un billar de El Tarra, una zona fronteriza con Venezuela castigada por el narcotráfico, según autoridades de Colombia.
El grupo que irrumpió a sangre y fuego en el local hirió a otras tres personas, una de las cuales falleció en un centro de salud, con lo que aumentó a nueve el número de víctimas mortales.
Entre los fallecidos está Federman Quintero, líder campesino de El Tarra, uno de los once municipios que conforman la región cocalera del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander.
“Dos de los muertos y uno de los heridos hacen parte del proceso de paz” que condujo al desarme de la otrora guerrilla FARC, precisaron autoridades militares y civiles en un comunicado conjunto difundido este martes.
De momento, ninguna organización se ha atribuido la matanza y los organismos oficiales no han revelado pistas sobre los móviles o autores del ataque.
Las autoridades ofrecieron una recompensa equivalente a 17.300 dólares sobre información que conduzca a esclarecer lo ocurrido.
Desde que las FARC pasaron a ser un partido político tras firmar la paz a finales de 2016, se han disparado la violencia y las amenazas en zonas estratégicas que antes estaban bajo control de los rebeldes y que son claves para el narcotráfico y la minería ilegal.
En este tiempo la misión de la ONU en Colombia ha documentado 51 casos de exguerrilleros asesinados y cinco más desaparecidos a la fuerza, mientras la Defensoría del Pueblo (ombudsman) ha denunciado la muerte de 326 activistas de derechos humanos, de causas afro, indígenas y campesinas.
En una entrevista con la AFP el lunes, el mandatario saliente Juan Manuel Santos mencionó que detrás de esta ola de crímenes están narcotraficantes que se oponen a la sustitución voluntaria de narcocultivos y personas que quieren impedir la devolución de tierras a campesinos despojados mediante la violencia.
Y también está el reacomodo de fuerzas “en esas zonas donde las FARC simplemente y llanamente” se fueron, y “que son zonas corredores de narcotráfico que las bandas criminales están tratando de disputarse”.
En el caso de Norte de Santander actúan bandas de origen paramilitar y narcotraficantes, además del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última organización rebelde reconocida por el gobierno y que está en conversaciones de paz en Cuba.
El departamento colinda con los estados venezolanos de Zulia y Táchira y concentra la segunda mayor cantidad de narcocultivos del mundo después de la localidad de Tumaco, en la frontera sur con Ecuador.
Colombia es el principal productor de cocaína y cultivador de hoja de coca del mundo, según la ONU.