Donald Trump subió a bordo de un portaaviones el martes por la noche, en Los Ángeles, para hablar sobre el poder militar de Estados Unidos.
“Vamos a hacer nuestras fuerzas armadas tan grandes y tan fuerte y tan estupendas que serán tan poderosas que pienso que nunca vamos a tener que usarlas. Nadie va a meterse con nosotros” dijo Trump, con las banderas del USS Iowa ondeando en la brisa.
Trump fue a Los Ángeles para pronunciar lo que fue calificado por los organizadores del evento como un “importante discurso de seguridad nacional”, aunque duró menos de 13 minutos y no proporcionó detalles.
Pero Trump ofreció una sugerencia de lo que serían sus planes para el cuidado de salud de los veteranos diciendo que el Departamento de Veteranos debe ser totalmente renovado y que a los veteranos se les ofrecería la opción de cuidado de salud fuera del sistema porque “tenemos inmigrantes ilegales que son tratados mejor que nuestros veteranos”.
La noche previa al segundo debate republicano, donde se anticipa que la política exterior sea el centro de atención, Trump dijo que como presidente él “será respetado por Putin y respetado por Irán”.