El presidente Donald Trump despidió este viernes al embajador de EE.UU. en la Unión Europea, Gordon Sondland, quien se convirtió en la tercera persona vinculada al juicio político al mandatario cesada esta misma jornada.
Fue el propio Sondland quien anunció su despido en un comunicado citado por Reuters: "Me comunicaron hoy que el presidente tiene la intención de retirarme de manera inmediata como Embajador de los EE.UU. en la Unión Europea" .
Sondland, en cualquier caso, expresó su gratitud a Trump por haberle dado "la oportunidad de servir" a su país desde que asumió el cargo, en julio de 2018.
Sondland acaparó los titulares el pasado 20 de noviembre al testificar bajo juramento en la Cámara de Representantes que Trump y su abogado, Rudy Giuliani, buscaron explícitamente un "quid pro quo" con Ucrania, al presionar al presidente Volodymyr Zelenskiy para que abriera una investigación que beneficiaría su posible reelección.
De acuerdo con CNN, un asesor de Trump comentó que los despidos de algunos de los principales testigos del juicio político tenían la intención de enviar el mensaje de que no se tolerará a nadie el ponerse contra el presidente.
"Vaciar las tuberías -apuntó el asesor- era necesario."
La oposición teme que la destitución de los hermanos Alexander y Yevgeny Vindman -que trabajaban en el Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca- y de Sondland sea solo el principio, por lo que algunos demócratas han criticado duramente esta medida.
"Donald Trump contrató a Gordon Sondland para ser su embajador en la UE después de que donó $ 1 millón al comité inaugural de Trump. Ahora ha despedido a Sondland después de testificar sobre los crímenes de Trump. La corrupción de esta administración no conoce límites", denunció la senadora y precandidata demócrata Elizabeth Warren.
En los dos días transcurridos desde su absolución en el Senado, Trump ha criticado a quienes se opusieron a él, como la presidenta de la Cámara Nancy Pelosi y el senador Chuck Schumer de Nueva York, el líder demócrata, calificándolos de "malvados" y "corruptos".
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, declaró que quienes perjudicaron al presidente "deberán pagarlo ".
