Dos figuras no pertenecientes a la dirigencia política de Washington, el republicano Donald Trump, y el demócrata Bernie Sanders, fueron los grandes ganadores en sus respectivas contiendas primarias en New Hampshire, una prueba clave para los aspirantes a la Casa Blanca.
El gobernador de Ohio, John Kasich, también tuvo una noche importante al lograr un segundo lugar detrás de Trump en la contienda por la nominación presidencial republicana.
Tras un decepcionante segundo lugar en Iowa, el extravagante empresario multimillonario Donald Trump disfrutó su victoria en New Hampshire donde logró el 35% de los votos.
“Vamos a comenzar a ganar de nuevo y vamos a ganar tanto, van a estar tan felices y vamos a hacer a EE.UU. tan grande de nuevo, quizás más grande de antes. Los amo a todos”, dijo Trump.
Pero la sorpresa en el Partido Republicano fue el segundo lugar para el gobernador de Ohio, John Kasich.
“Hay magia en el aire en esta campaña porque no la vemos como otra campaña, la vemos como una oportunidad para todos nosotros, y quiero decir todos nosotros, para involucrarnos en algo que es más que nuestras propias vidas, para cambiar a Estados Unidos”, indicó Kasich.
El tercer lugar entre los republicanos se lo disputaban Ted Cruz y Jeb Bush, mientras que Marco Rubio quedó en cuarto lugar.
En el lado demócrata, el senador por Vermont Bernie Sanders logró una gran victoria al derrotar a Hillary Clinton con un 60% de los votos frente al 38% de la exsecretaria de Estado.
“El gobierno de nuestro gran país pertenece a toda la gente y no solo a un grupo de millonarios contribuyentes de campañas y sus comités de acción política, dijo Sanders.
Clinton exhortó a sus partidarios a mirar hacia adelante en las próximas primarias donde es favorita.
“Ustedes son la razón por la que estamos aquí y ustedes son la razón por la que vamos a ganar la nominación y ganar esta elección juntos. Gracias a todos”, señaló Clinton.
Los candidatos republicanos que finalizaron en los primeros tres lugares se dirigen ahora a hacer campaña en Carolina del Sur y Nevada. Los que quedaron rezagados tendrán que reevaluar sus ambiciones presidenciales.