El presidente Donald Trump informó que postergará su visita programada a Dinamarca debido a que su primera ministra no está interesada en venderle Groenlandia a Estados Unidos.
Groenlandia es propiedad de Dinamarca. Trump planteó recientemente la idea de adquirir la isla, pero apenas el domingo había declarado que no era una prioridad.
Dinamarca ha dicho que la idea es “absurda”.
Trump tuiteó el martes que “con base en los comentarios de la primera ministra Mette Frederiksen, de que no tiene interés alguno en discutir la venta de Groenlandia, pospondré para otra ocasión nuestro encuentro programado dentro de dos semanas”.
El portavoz de la Casa Blanca Judd Deere dijo que la visita de Trump a Dinamarca ya fue cancelada.
Trump tenía programado salir a finales de agosto en una gira que incluía visitas a Dinamarca y Polonia.
Después de la cancelación, el secretario de Estado, Mike Pompeo, conversó por teléfono con el ministro de exteriores danés Jeppe Kofod.
Según la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, los diplomáticos discutieron sobre el "agradecimiento por la cooperación de Dinamarca como uno de los aliados de Estados Unidos" y su contribuciones "para abordar las prioridades de seguridad global compartidas".
Ortagus indicó que Pompeo y Kofod discutieron "el fortalecimiento de la cooperación con el Reino de Dinamarca, incluida Groenlandia, en el Ártico".
La reacción de Dinamarca
Los líderes daneses mostraron su sorpresa e incredulidad el miércoles después de la cancelación de viaje de Trump. Su propuesta generó incredulidad y humor al principio por parte de los políticos de Dinamarca, un aliado de Estados Unidos en la OTAN, y el ex primer ministro Lars Løkke Rasmussen llegó a decir que "tiene que ser una broma del Día de los Inocentes".
Pero las risas se convirtieron en sorpresa cuando Trump suspendió la visita prevista para los días 2 y 3 de septiembre, después de que la primera ministra, Mette Frederiksen, calificó como "absurda" la idea de que Estados Unidos compre el territorio autónomo danés.
"Caos total con Donald Trump y la cancelación de la visita de Estado a Dinamarca. Se ha ido una gran oportunidad para fortalecer el diálogo entre aliados y se ha abierto una crisis diplomática", tuiteó el exministro de Relaciones Exteriores Kristian Jensen, del opositor Partido Liberal.
"Todo el mundo debería saber que Groenlandia no está en venta", dijo Jensen respecto a la mayor isla del mundo, que tiene una considerable riqueza mineral y una presencia militar estadounidense en la Base Aérea de Thule, en virtud de un tratado firmado entre los dos países en 1951.
"(La cancelación de Trump) es muy, muy sorprendente, ya que es un aliado muy estrecho y un buen amigo", afirmó Søren Espersen, portavoz de Asuntos Exteriores del ultraderechista Partido Popular Danés, a la agencia local de noticias Ritzau.
Según indicó, la decisión de Trump es un desprecio a la reina Margarita, jefa de Estado de Dinamarca. El mandatario estadounidense y su esposa Melania fueron invitados formalmente al país nórdico por la monarca en julio.
"Demuestra por qué deberíamos considerar ahora más que nunca a los países (socios) de la Unión Europea como nuestros aliados más estrechos. Este hombre es impredecible", dijo Morten Østergaard, líder del Partido Liberal Social Danés. "La realidad supera a la imaginación".
No sería la primera vez que un mandatario estadounidense tratara de comprar la isla más grande del mundo, territorio autónomo de Dinamarca.
En 1946, la administración del presidente Harry Truman propuso comprar la isla ártica a Dinamarca por 100 millones de dólares después de considerar la idea de intercambiar terrenos en Alaska por partes estratégicas de Groenlandia.