Los primeros 100 días del gobierno del presidente Donald Trump han estado llenos de controversias, en materia de política interna.
La renuncia de su principal asesor en Seguridad Nacional, Michael Flynn, el escándalo por los presuntos nexos de su campaña con Rusia y la derrota en el Capitolio en su intento por reemplazar la ley de salud conocida como Obamacare, han incidido en el descenso, de por sí, bajos niveles de popularidad y credibilidad del mandatario.
No sólo las protestas marcaron el inicio de la administración del presidente Donald Trump, en materia de la política interna.
"Ha ido en bajada para él desde que alegó que el expresidente Barack Obama intervino las líneas de la torre Trump. Algo que en absoluto es verdad", dijo Tim Malloy, de la Universidad Quinnipiac.
Según el sondeo de la Universidad de Quinnipiac, para ese momento, el 60 por ciento de los estadounidenses pensaba que el presidente Donald Trump no era honesto. Y similares cuestionamientos por las acusaciones del mandario llegaron, tanto de parte de legisladores repubicanos, como demócratas:
"No hay equivalencia moral entre los Estados Unidos de América, la nación con más libertad en la historia del mundo, y los matones asesinos que están en la defensa de Putin, de su amiguismo", indicó el legislador republicano Ben Sasse.
Tampoco ayudó, al presidente, su insistente defensa de su homólogo ruso, Vladimir Putin, como lo hizo durante una entrevista el programa de la cadena FOX, The O'Reilly Factor:
A la pregunta del periodista Bill O’Reilly de si Putin es un asesino, Trump respondió "...Hay muchos asesinos, nosotros tenemos muchos asesinos. Crees que nuestro país es tan inocente?"
Más diciente que sus palabras, fue la renuncia de su principal asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, por los encuentros que sostuvo durante la campaña electoral con el embajador ruso en Washington.
"El pueblo estadounidense tiene que saber la verdad. Queremos saber con qué autoridad el general Flynn tuvo estas conversaciones y a quién le rindió cuentas después", dijo la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
En ese momento, ni siquiera la Casa Blanca pudo hacer nada frente al peso de los cuestionamientos:
"Llegamos a un punto, no basados en una cuestión legal, sino en una cuestión de confianza, en la que el nivel de confianza entre el presidente y el general Flynn, se había deteriorado al punto de que había que cambiar", indicó Sean Spicer, el portavoz de la Casa Blanca.
Y mientras que una tormenta pasaba, otra arreciaba, aún dentro del mismo Partido Republicano, por las acusaciones del presidente Trump al expresidente Barack Obama, sobre un presunto espionaje de su campaña.
"El presidente tiene una de dos opciones: O se retracta o brinda la información que el pueblo estadounidense merece", dijo el senador republicano John McCain.
Una investigación bipartidista fue lanzada entonces en el Senado y la Cámara.
El presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara, Devin Nunes, como líder de las pesquizas, ofreciendo información a la Casa Blanca antes que a sus propios colegas de investigación, pronto fue objeto de cuestionamientos, aunque contara con la férrea defensa de la administración.
Los cuestionamientos éticos a Nunes, aún desde su propio partido, no le dejaron otro camino que separarse de la investigación, que aún cursa en el Capitolio.
El primer discurso del mandatario, ante el Congreso en pleno, dejó entrever un panorama más positivo. El énfasis de su alocución fue económico. Y así lo destacaron expertos tras escuchar al mandatario.
"Las exportaciones con China han aumentado considerablemente. Considerando los obstáculos, creo que ha hecho un buen trabajo", dijo Tiffany Hoss, presidenta del Colegio Republicano USC.
Pero en el mismo escenario, el presidente Donald Trump se preparaba para una batalla que, él creía ganada, el reemplazo de la ley de salud conocida como Obamacare.
"Y usted verá cómo los precios bajan, bajan, bajan. Y las opciones de plan suben, suben, suben".
El resultado adverso fue un duro golpe a una de sus promesas bandera de campaña.
"El reemplazo del cuidado de salud asequible fue rechazado porque no consiguieron suficientes votos republicanos", dijo Nathaniel Haas, estudiante de derecho y contribuyetne del Huffington Post.
Quienes analizan con un tono más optimista los primeros 100 días de la administración de Donald Trump, destacan el que consideran su mayor alcance: el nombramiento del noveno magistrado de la Corte Suprema.
"Fue una gran victoria para los republicanos, ya que la nominación de un juez conservador para el Tribunal Supremo, era una promesa electoral de Trump", dijo Mary Pérez, vicepresidenta del Coelgio Republicanao USC.
Y aún dentro del liderazgo demócrata esperan que esta experiencia adquirida, modere el tono de los primeros 100 días del mandatario en materia de política interna.
"Tendrá problemas constantemente a menos que se modere. Esperamos que lo haga", indicó Chuch Schumer, líder de la minoría demócrata.
Este reto se extiende a reconquistar al electorado que, según la universidad Quinnipiac, perdió por los bajos niveles de credibilidad y que, según el Centro de Investigación PEW, también ha incidido en que los niveles de aprobación del mandatario sólo alcancen hoy en día, el 39 por ciento.
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Colaboraron con este reporte Angélica Herrera, Cristina Smit, Verónica Balderas y Arturo Martínez.
