Una multitud diversa y colorida festejó este martes en las calles de Washington el Día de la Independencia de Estados Unidos, una de las celebraciones más importantes del país, ya sin restricciones por el COVID-19, aunque ensombrecida por recientes noticias de tiroteos masivos.
A pesar de la ola de calor y la humedad, la capital estadounidense celebró la acostumbrada procesión de bandas militares, caravanas y globos gigantes y acogió a miles de personas ataviadas con los tradicionales colores rojo, blanco y azul, quienes llenaron monumentos y parques desde horas de la mañana.
Los más entusiastas acudían ya a mediodía a reservar puestos para tener una mejor vista de los espectáculos de fuegos artificiales que suelen marcar una jornada en la que cierran escuelas, negocios y servicios no esenciales en todo el país.
Una fiesta multicultural
El desfile de bandas y organizaciones inició desde el Archivo Nacional, donde se muestra en exhibición permanente el documento original de la Declaración de Independencia, que se adoptó formalmente el 4 de julio de 1776 y selló la separación de las antiguas Trece Colonias del imperio británico.
La procesión, que duró más de dos horas y se extendió por casi tres kilómetros, contó con carrozas y demostraciones de escuelas, grupos y comunidades de diferentes nacionalidades, como muestra del origen multicultural de la nación.
Una de las carrozas más llamativas fue la alegoría a Ucrania, con los colores azul y amarillo de la bandera de ese país y una pancarta donde se leía en inglés: "Gracias EEUU por apoyar a Ucrania", en referencia al respaldo estadounidense en la guerra contra Rusia.
"Siempre he venido", dijo a la Voz de América el guatemalteco Robinson Enrique Pérez, quien asegura que desde que llegó a EEUU no se pierde el multicolor evento, en el que se podían ver banderas de diferentes países, entre ellas varias naciones latinoamericanas. "Hoy hace ya 3 años".
La fiesta del 4 de julio, explica, le sirve "para salir de la rutina" diaria. "Me gusta venir a ver; somos latinos, nos gusta la fiesta, la fiesta nos llama la atención. Toda nuestra vida es rutina aquí, entonces un día, una vez al año, pues hay que salir de ella", indicó con una sonrisa.
Cientos de turistas también llegaron a la capital estadounidense para vivir la fiesta, que este año volvió a celebrarse con niveles de asistencia previos a la pandemia.
Juliana Andrea Ramos, una colombiana de Bogotá, contó a la VOA que quiso visitar Washington expresamente para vivir el 4 de julio en la ciudad.
"Es muy bonito el ambiente", afirmó. "Tú caminas y se ven las bandas practicando, además que hoy está haciendo muy día muy lindo (...) yo creo que la vamos a pasar muy bien".
La joven, que viaja junto con su familia, adelantó que luego del desfile caminarían hasta el Memorial Lincoln y recorrerían el resto de los monumentos, un plan que comparten miles de personas en el que posiblemente sea uno de los días más concurridos en el año para la capital.
"Es un país que tiene mucho orgullo; o sea, mucho ama mucho a su patria, que la celebra. Eso esto tú no lo ves en cualquier sitio, una celebración así por el Día de la Independencia", aseguró.
Las altas temperaturas y la afluencia de personas también ayudan a los comerciantes y vendedores ambulantes que continúan ofreciendo servicios durante el día festivo, como el mexicano José Armando Hernández.
Hernández, de 21 años, lleva seis meses vendiendo helados en la capital estadounidense. "Es la primera vez que veo algo así, está muy bien y el ambiente está muy bonito (...) Esperemos que haya buenas ventas", dijo.
Ya en la tarde, durante una barbacoa de celebración en la Casa Blanca el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su esposa, la primera dama Jill Biden, algunos pensamientos con los asistentes en donde el mandatario resaltó la necesidad de preservar los valores democráticos.
“La democracia nunca, nunca, nunca está garantizada. Cada generación debe luchar por mantenerla, siempre debe cuidarla, defenderla y fortalecerla”, dijo.
Biden destacó la diversidad de religiones, culturas y zonas geográficas de donde provinieron los que crearon el país para aseverar que “es la única nación en la historia sustentada sobre una idea (…) que todas las personas son creadas iguales, todas las personas mueren por su Creador con ciertos derechos inalienables, entre ellos la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”.
En otro tanto, Biden recordó a todos que el país ha sabido salir de cada crisis “más fuertes de lo que hemos salido durante 247 años, eso no es una hipérbole, es un hecho” y pidió protección y la bendición para el pueblo y a las tropas estadounidenses.
Hot dogs, parrilladas y fuegos artificiales
La tradición de celebrar el 4 de julio de puertas para afuera se observa en todo el país. En todas las ciudades estadounidenses se alistaron barbacoas en jardines, patios y calles, muchas engalanadas con la bandera de las barras y las estrellas.
Los hot dogs o perros calientes, cocinados hoy a la parrilla, son la comida más tradicional de este festivo, una costumbre que se seguirá hasta en la Casa Blanca, donde este martes el presidente Joe Biden agasajará a veteranos y familiares de militares caídos.
El mandatario y la primera dama, Jill Biden, se sumarán a sus invitados en el césped de la residencia presidencial para presenciar el espectáculo de fuegos artificiales en Washington, uno de los más grandes del país.
Como es usual en las fiestas de EEUU, cada comunidad aporta elementos de su cultura, una característica fundacional de un nación como la estadounidense, fruto de la migración.
En Florida, las celebraciones se trasladan de los patios traseros a las playas, donde se pueden degustar asados argentinos, puerco con mojo, tacos, pupusas, arepas o bandejas paisas.
"Como todos los años nos vamos a celebrar el 4 de julio con un chapuzón en la playa", dijo a la VOA Enrique Santiago, un cubano residente en la localidad de Hollywood, al norte de Miami.
Para Santiago y su familia, es "algo muy grande" poder celebrar "las tradiciones de este gran país que nos acogió a mi familia y a mi".
La sombra de la violencia por las armas
En medio del espíritu festivo, la creciente ola de violencia por el uso de armas ha empañado para muchos las celebraciones de este año. Las noticias de tiroteos masivos durante las fiestas han levantado preocupación y la interrogante sobre si es seguro asistir a eventos multitudinarios.
Este lunes por la noche, un hombre armado que vestía un chaleco antibalas abrió fuego en las calles de Filadelfia, matando a cinco personas e hiriendo a dos niños, según reportes de la policía.
El tiroteo ocurrió un día después de otro incidente en una fiesta de fin de semana en la cercana Baltimore, en el que fallecieron dos personas y otras 28 resultaron heridas.
Este 4 de julio, los habitantes de Highland Park, en Illinois, también recuerdan a las siete víctimas del tiroteo masivo durante un desfile por el Día de la Independencia en 2022, que dejó 26 heridos y una comunidad que todavía no se recuperado.
"Hoy, Jill y yo lloramos por aquellos que han perdido la vida y, mientras nuestra nación celebra el Día de la Independencia, rezamos por el día en que nuestras comunidades estén libres de la violencia armada", dijo este martes el presidente Joe Biden.
Biden recordó los sucesos de Highland Park. "En pocos momentos, este día de orgullo patriótico se convirtió en un escenario de dolor y tragedia", subrayó el mandatario en un comunicado donde redobló su llamado a prohibir la venta de rifles de asalto como el AR-15, el más utilizado en tiroteos masivos en el país.
La precaución ante posibles incidentes ha llevado a redoblar la seguridad en grandes ciudades, como Washington y Miami, donde se pueden ver patrullas de policía a lo largo de playas y parques.
Aunque se mantiene abierta al público durante el año, el 4 de julio gran parte de la Alameda Nacional en la capital ha sido acordonada por mallas de seguridad para establecer puntos de revisión a turistas y locales que quieran acercarse a monumentos como el Obelisco y el Memorial a Lincoln.
Funcionarios locales y autoridades revisan en cada punto las pertenencias que las personas llevan consigo, prohibiendo el ingreso de armas de cualquier tipo.
Es en esta área donde pasadas las 9 de la noche ocurrirá el esperado espectáculo de fuegos artificiales.
"Hay más seguridad porque es la capital, está al presidente acá, están los más altos funcionarios públicos (...) Me siento muy seguro", confirmó a la VOA el guatemalteco Robinson Enrique Pérez.
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