Ferguson vio disminuir el número de manifestantes el jueves después que la Guardia Nacional fue retirada de la ciudad que ha sido estremecida por 12 días de disturbios tras la muerte a tiros de un adolescente negro desarmado.
Un grupo de unas 100 personas marcharon en la ciudad, cerca de donde Michael Brown, de 18 años, fue baleado por un oficial de policía blanco el 9 de agosto. Pero por segunda noche consecutiva no hubo grandes enfrentamientos entre la policía y manifestantes, aunque la policía reportó cinco arrestos.
Anteriormente el jueves, el gobernador de Missouri, Jay Nixon, ordenó la retirada de la Guardia Nacional dado que la situación había mejorado sustancialmente con menos incidentes de violencia.
Más de 150 personas han sido arrestadas en Ferguson desde que comenzaron las protestas, principalmente por no dispersarse a pedido de la policía.
En Washington, el secretario de Justicia, Eric Holder, aseguró que la investigación federal de derechos civiles sobre la muerte estaba avanzando.
Holder dijo que su breve visita el miércoles a Missouri para hablar con los residentes de Ferguson y oficiales de policía le afectó como pocos eventos lo han hecho desde que está al frente del Departamento de Justicia.
“Aunque fui a Ferguson a proveer tranquilidad, de hecho, ellos me dieron esperanza. Mi compromiso con ellos es que mucho después que esta trágica historia no reciba este nivel de atención, el Departamento de Justicia continuará respaldando a Ferguson”, dijo.
Holder, quien es afro-estadounidense, mencionó a su hijo adolescente y a su hermano, un oficial de policía retirado, en un esfuerzo por conectarse con la familia de Brown y la comunidad policial.
El Departamento de Justicia y la policía local están realizando investigaciones paralelas sobre la muerte de Michael Brown, cuyo funeral será el lunes.