La embajada de Estados Unidos en Turquía fue baleada desde un automóvil en movimiento el lunes en la madrugada, un ataque que ocurre en momentos de tensiones entre los dos aliados de la OTAN.
No hubo víctimas y nadie se ha adjudicado el ataque, en el que tres de seis balas fueron disparadas contra la puerta y una ventana reforzada de la entrada de la embajada.
“Podemos confirmar que el incidente de seguridad ocurrió en la embajada de Estados Unidos en la madrugada. No tenemos reportes de heridos y estamos investigando los detalles”, indicó David Gainer, vocero de la embajada. Agradeció a la policía turca por su “rápida respuesta”.
Los funcionarios turcos, que están en medio de una disputa diplomática con Estados Unidos, condenaron el tiroteo en Ankara, la capital.
Ibrahim Kalin, vocero de la presidencia, tuiteó que “fue un intento de crear caos”.
Un importante funcionario turco del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo, Omer Celik, indicó que el ataque fue una “clara provocación” y que las misiones diplomáticas extranjeras son invitados en el país.
“Se mostrará una gran sensibilidad para garantizar su seguridad”, dijo el funcionario. “Turquía es un país seguro”.
Se abrió una investigación al incidente y el sospechoso, o sospechosos, todavía no han sido identificados, dijo la oficina del gobernador en Ankara. Está previsto que la embajada cierre a mediodía del lunes y hasta el final de la semana por la celebración islámica del Eid al-Adha, de acuerdo con su sitio web.
Hay muchas tensiones entre Estados Unidos y Turquía debido, en parte, al caso de Andrew Brunson, un pastor estadounidense que está siendo enjuiciado por las autoridades turcas por supuesto espionaje y delitos relacionados con el terrorismo; mismos que él niega. El presidente Donald Trump ha pedido su liberación inmediata.
El pleito derivó en la imposición de sanciones por parte de Estados Unidos y, la semana pasada, un aumento a los aranceles provocó la caída de la lira turca.