El presidente Donald Trump pronunció su primer discurso ante el Congreso, el martes, en el que delineó una amplia visión y prevaleció el tono positivo y esperanzador que estuvo ausente en pasadas ocasiones, mencionando además la posibilidad de una reforma inmigratoria.
El presidente comenzó describiendo su discurso como “un mensaje de unidad y fuerza profundamente sacado desde el corazón” y anunció que “un capítulo de grandeza está comenzando, la renovación de nuestro espíritu estadounidense”.
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“Los tiempos de pensar en pequeño ya han pasado, los tiempos para las luchas triviales han quedado atrás, solo necesitamos la valentía de compartir los sueños que llenan nuestros corazones, la bravura de expresar las esperanzas que sacuden nuestras almas, y la confianza que convierta esas esperanzas y sueños en acciones”, dijo el presidente.
“Por encima de todo, nosotros vamos a mantener nuestras promesas al pueblo estadounidense”, subrayó ante legisladores de ambas cámaras del Congreso y de ambos partidos en un discurso que se extendió durante un poco menos de una hora.
Mientras pronunciaba sus palabras los demócratas se mostraron respetuosos pero escépticos y permanecieron sentados mientras sus colegas republicanos se levantaban una y otra vez para aplaudir al presidente.
Las reacciones encontradas fueron más visibles cuando el presidente hizo un llamado a ambos partidos “para revocar y reemplazar el Obamacare” y cuando se refirió a su orden de crear VOICE, una oficina para ayudar a las víctimas de los “criminales extranjeros”.
¿Reforma inmigratoria?
Si bien horas antes, se reportó que el presidente Trump estaría dispuesto a considerar un camino a la legalización para algunos inmigrantes indocumentados mediante una reforma migratoria negociada, durante su discurso se refirió mayormente a las acciones tomadas contra algunos de ellos.
“Hemos respondido a los llamados de la gente para hacer cumplir las leyes de de inmigración”, dijo. “Tenemos que restaurar la integridad y el respeto a la ley en nuestras fronteras, por eso pronto comenzaremos un gran gran muro”, apuntó. “Los malos se están yendo en este momento”.
En un tono más positivo dijo que la “reforma migratoria es posible si el enfoque es en mejores trabajos, mejores salarios para los estadounidenses, se refuerza la seguridad nacional y el imperio de la ley”.
“Al finalmente hacer cumplir nuestras leyes de inmigración, vamos a elevar los salarios, ayudar a los desempleados, ahorrar miles de millones de dólares y hacer que nuestras comunidades sean más seguras para todos”, dijo.
La economía
El presidente tocó una variedad de temas, generalmente en un tono muy presidencial diferente al que había usado hasta ahora.
Dijo que su equipo está trabajando en una “histórica reforma impositiva que va a reducir la tasa de impuestos a nuestras empresas para que puedan competir y crecer en cualquier parte y con cualquiera, además de un “masivo alivio de impuestos para la clase media”.
Hizo un llamado a “volver a encender el motor de la economía estadounidense” e iniciar “un programa de reconstrucción nacional”.
“Creo mucho en el libre comercio, pero debe ser también comercio justo. Ya no vamos a permitir que se aprovechas de nuestro país y nuestras empresas. Voy a traer millones de empleos de regreso al país”.
Islamistas radicales
Parte importante de sus palabras fueron las dedicadas a la seguridad nacional, remarcando que tiene la obligación de defender al país del “terrorismo islamista radical”, la frase que uso deliberadamente durante la campaña para defender su intención de llamar las cosas por su nombre en lugar de ser políticamente correcto.
De igual manera se refirió a ISIS como "esa red de salvajes” que prometió “eliminar de la faz de la tierra” con la ayuda de los aliados.
Y honró a Carryn Owens, la viuda del Navy SEAL Ryan Owens, muerto en una operación en Yemen, allí sí, fue ovacionado largamente por todos los presentes.
Llamado a la unidad
El presidente terminó con un llamado a la unidad.
“Somos un pueblo, con un destino. Todos sangramos la misma sangre. Todos saludamos la misma bandera. Y todos somos creados por el mismo Dios”, señaló emocionadamente.
“Pido a todos los ciudadanos a abrazar esta 'Renovación del espíritu americano'”, como titulo su discurso.
“Estoy pidiendo a todos los miembros del Congreso a unirse conmigo para soñar en grande y de forma audaz y atrevida por nuestro país. Y les pido a todos los que ven esta noche a aprovechar el momento y creer en ustedes mismos…Creer en su futuro y creer, una vez más en Estados Unidos”, terminó.
Minutos después de terminar el discurso del presidente, el ex gobernador de Kentucky, el demócrata Steve Beshear, fue el encargado de responder al discurso del presidente republicano.