La Tierra continúa registrando temperaturas cada vez más cálidas y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha advertido de las graves consecuencias del aumento de las temperaturas.
El 2022 fue el sexto año con las temperaturas más altas desde 1880, según un informe elaborado por científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y la Administración Nacional de los Océanos y la Atmósfera de Estados Unidos (NOAA).
El calentamiento, en datos
Lo peor llegó en 2023, cuando se registraron unas cifras récord y, según los expertos, eso abría la puerta a un incremento de inundaciones, incendios forestales, deshielos de glaciares e intensas y abundantes olas de calor en el futuro.
“Continuamos en esta grave tendencia de aumentos de temperatura. Y otro dato importante es que los últimos nueve años han sido los más calientes desde que empezamos a tomar medidas”, aseguró Carlos del Castillo, jefe del Laboratorio de Ecología Oceánica del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, en declaraciones a la Voz de América, convencido de que “el problema es que la tendencia es inexorablemente de aumento de temperatura a lo largo de este ciclo”.
Sin embargo, el aumento de las temperaturas en todo el planeta no se da de manera equitativa, sino que hay lugares donde se acentúa aún más este calentamiento. “Por ejemplo, en el Ártico, en los hemisferios, en las latitudes más altas hacia el norte, pues el cambio puede ser de hasta cuatro veces más. Y en algunos lugares es un poco menos del promedio, y eso se debe a patrones de corrientes marinas y vientos, entre otras cosas”, afirmó el experto.
Las Naciones Unidas designan el 22 de abril como el Día Internacional de la Tierra con el objetivo de crear la conciencia sobre los problemas climáticos globales, derivados del calentamiento global, el cambio climático y otros fenómenos meteorológicos que generalmente son resultado de actividades humanas.
Desde el organismo internacional subrayan que “el cambio climático, las alteraciones humanas en la naturaleza y los actos que dañan la biodiversidad, como la deforestación, el cambio en el uso de suelos, la agricultura y ganadería intensivas, o el tráfico ilegal de especies, pueden intensificar la destrucción del planeta".
El 2023, el más caluroso hasta el momento
El comité de expertos que forman parte del organismo dependiente de las Naciones Unidas también ha puesto de manifiesto que la temperatura media del año está a 1,4 grados Celsius por encima de la era preindustrial, tan sóo una décima de grado por debajo de lo que se había fijado en el Acuerdo de París de 2015.
Y el escenario es aún más preocupante de cara al próximo año ya que, según declaraciones del secretario general de la OMM, se podría superar la temperatura objetivo de 1,5 grados Celsius por el fenómeno de El Niño, marcado por el calentamiento del océano Pacífico.
“Es prácticamente seguro que durante los próximos cuatro años alcanzaremos este 1,5, al menos de forma temporada” dijo Petteri Taalas en una entrevista recogida por la agencia The Associated Press, para luego asegurar que “en la próxima década más o menos vamos a estar ahí de forma permanente”.
Además, Del Castillo indicó que “los aumentos de temperatura en el planeta tienen efectos muy negativos” y sus consecuencias ya se están viendo hoy en día. “Estamos experimentando aumentos de eventos climáticos extremos, en los lugares que son secos se están secando más, los lugares en los que llueve mucho está lloviendo mucho más y se están intensificando los huracanes”, detalló.
Las herramientas de NASA para controlar el cambio climático
Para ello, la NASA ha puesto una “gran cantidad de recursos y de trabajo en tratar de entender cómo nuestro planeta funciona y está cambiando” a consecuencia del “aumento y la intensidad de los eventos meteorológicos, como las lluvias torrenciales, las nevadas más extremas, sequías más secas y más largas olas de calor”.
La agencia aeroespacial estadounidense cuenta con recursos suficientes para poder monitorear algunos de estos fenómenos, de manera que se puede ver, con datos científicos, cuál es el alcance ante esta situación.
“La NASA es una agencia espacial y precisamente por eso, desde la gran ventaja de estar en el espacio, podemos observar todo el planeta. Tenemos una flota de satélites que están dedicados a mirar varios aspectos del planeta Tierra”, dijo del Castillo.
Para tomar conciencia de esta situación, dijo el experto de la NASA, “debemos pensar en el planeta como si fuera un súper organismo”, es decir, que va cambiando de acuerdo con ciertos factores y circunstancias. “Al igual que nosotros tenemos diferentes órganos, el planeta Tierra tiene su atmósfera, sus océanos, las capas polares, y todos estos sistemas interaccionan. Para poder entender cómo funciona, tenemos que mirar todos estos aspectos y lo mejor es mirarlos al mismo tiempo”.
Con los satélites desplegados por el espacio, “se pueden tener observaciones de cómo el planeta se está desarrollando y también tenemos científicos que van al campo, al mar y a los bosques y toman medidas para luego hacer trabajos de laboratorio” y “modelos numéricos que se utilizan no solamente para predecir el futuro, sino para entender el presente”.
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