Melina González tiene 43 años, pero asegura que su experiencia dentro de la comunidad inmigrante empezó hace 29, cuando llegó a Estados Unidos acompañada de sus padres y sin estatus legal.
“Venir a los 14 años, que de por sí es una edad muy difícil, y enfrentarte a una sociedad y cultura que es muy diferente a la tuya, y a un idioma que no entiendes, es como vivir en la oscuridad”, afirma Melania Gonzalez, quien se ha convertido en líder comunitaria tras pasar por las barreras y frustraciones que siente una persona inmigrante y más si es mujer.
Como madres tenemos la responsabilidad de hacerle ver a nuestras hijas y mujeres de nuestra comunidad que tienen que crecer y que la educación es la llave para seguir progresando.
Como muchos jóvenes, Melina cuenta a la Voz de América que si bien, por aquellos años, no existía la figura del amparo migratorio para jóvenes soñadores, conocido como el Dream Act, se identifica mucho con ellos, porque vienen a su mente los recuerdos de su época escolar, cuando llegó el momento de pensar en su futuro y se dio cuenta que no podía seguir estudiando.
“Muchos jóvenes como yo no pudimos continuar con nuestros estudios porque no teníamos ni los recursos ni los papeles. Eso fue frustrante para mí”, afirma Melina González.
Mensaje a las mujeres
Las mujeres no deben olvidar que tiene una voz, que tiene el poder de cambiar, de cambiar su hogar, el futuro de sus hijos y esta nación sin importar el estatus migratorio. Cuando nos educamos también educamos a nuestro hogar porque tomamos mejores decisiones, a nuestra comunidad porque al educar mejor a nuestros hijos creamos mejores personas y teniendo mejores personas creamos un mejor país. Mi mensaje: nunca es tarde para seguir educándote y aprendiendo nuevas cosas porque solo así tienes el poder de cambiar cualquier cosa en sus vidas, siempre y cuando así lo deseen.
Pero la frustración y las necesidades que pasó Melania rápidamente se convirtieron en el motor para que esta mujer, de origen mexicano, se transformara en una navegadora comunitaria y líder dentro de la comunidad inmigrante.
“Fui formada como líder por la necesidad: la necesidad de tener mejor vivienda, la necesidad de tener mejor educación para mis hijos y la necesidad de vivir en una comunidad más segura”, afirma González.
Ella cuenta que vivió en carne propia la burocracia en el sistema migratorio, al perder la petición hecha por su padre para obtener un estatus legal al cumplir los 21 años de edad. “Mi padre era residente permanente, como no era ciudadano no pudo seguir con mi petición y yo al ser mayor de edad quedé fuera de su petición familiar”.
Al mismo tiempo, Melina se convirtió en madre y fue gracias a su esposo que finalmente obtuvo la residencia permanente.
Todas estas circunstancias, señala Melina, hicieron que se educara e informara sobre el tema migratorio y legal porque “siempre he pensado que la educación es la llave para salir adelante, especialmente para las familias de bajos recursos como la mía”.
Frente a la situación que enfrentan los inmigrantes hoy en día en Estados Unidos y con las nuevas políticas de inmigración del actual gobierno del presidente Donald Trump, Gonzalez asegura que “nos estamos enfrentando a un ataque hacia la comunidad inmigrante” y que como líder que es, su responsabilidad radica en “velar por la seguridad y los beneficios de nuestra comunidad”.
Melina González creció y vive en una de las comunidades más pobres en el estado de Nueva York y asegura que “su gente” está siendo afectada por estos ataques. Es por eso que luchó con todas sus fuerzas para que su voz sea “creíble y escuchada”.
"Los inmigrantes te ven como una solución a sus problemas"
“Como mujeres latinoamericanas nuestra cultura está acostumbrada a ver al hombre como líder de nuestras comunidades y de nuestras casas, pero eso está cambiando”, asegura González, quien en el marco de las celebraciones por el Día Internacional de la Mujer ha sido reconocida por la Alianza Nacional de Nuevos Americanos (NPNA, por sus siglas en inglés).
Esta mujer atribuye su liderazgo a Dios y a las personas que creyeron en ella y vieron su potencial. “Básicamente ellos vieron en mí algo que yo misma no veía”, asegura.
Como navegadora comunitaria, Melina González no solo se ha educado gracias al programa “We Lead” de NPNA ,sino también se le han abierto puertas para ayudar a transformar su comunidad.
Melina actualmente trabaja con la Coalición de Inmigración en Nueva York ayudando a mujeres que han sido detenidas por inmigración y que buscan asilo. A través de su entrenamiento y capacitación, esta mujer asegura que está realizando el trabajo más “doloroso”, pero al mismo tiempo más “reconfortante” al poder ayudar a mujeres inmigrantes como ella.
“Las personas a las que ayudamos están esperando que tengamos la información correcta para sus casos y les ofrezcamos los servicios que necesitan. Me ven a mí como un recurso hacia sus necesidades y una solución de sus problemas”, manifestó Melina González.
La mujer inmigrante de hoy en día
Para esta líder comunitaria, la mujer inmigrante hoy en día está creciendo por la necesidad que temenos. Ella considera que las mujeres son líderes por naturaleza, de sus hogres y de sus comunidades. Una prueba de ello es la reciente conformación del Congreso estadounidense, donde los hispanos y las mujeres hicieron historia.
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“Como madres tenemos la responsabilidad de hacerle ver a nuestras hijas y mujeres de nuestra comunidad que tienen que crecer y que la educación es la llave para seguir progresando. El 90% de la gente a la que sirvo son mujeres y muchas de ellas tienen el potencial, solamente necesitan que alguien crea en ellas y el empujón para que se conviertan en líderes en su comunidad”, aseguró González.
