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La magia de un disfraz para descubrir el milagro de la vida


La migrante venezolana Yessi Hernández disfrazada de princesa. Foto: Cortesía.
La migrante venezolana Yessi Hernández disfrazada de princesa. Foto: Cortesía.

Yessi Hernández, graduada de comunicadora social, comenta que las historias de fantasía siempre la han conectado con su papá, pero en esta oportunidad, lograron salvarlo luego de que se viera complicada su salud.

Las calles de Nueva York están llenas de vivencias y proyectos de sus habitantes. Y esta es la historia de una joven venezolana que vio en los sueños de su infancia, la oportunidad para, literalmente, rescatar a su padre.

“El hecho de que yo esté hoy en Estados Unidos, me ha permitido salvarle la vida a mi papá”, explica a la Voz de América Yessi Hernández, migrante venezolana que vive en Nueva York.

Dicen que el dinero no lo es todo, pero en este caso, sí representó la diferencia entre la vida y la muerte. Esto es lo que nos cuenta Hernández, una caraqueña que vive en esta ciudad hace seis años.

“Mi papá una madrugada, a la semana de haber llegado, se despertó con fiebre y cuando fue al baño, perdona lo gráfico, pero ... empezó a orinar heces”, explica la joven.

Hernández también abrió una plataforma de recolección de dinero para ayudar a pagar la deuda médica de su papá. Foto: Cortesía.
Hernández también abrió una plataforma de recolección de dinero para ayudar a pagar la deuda médica de su papá. Foto: Cortesía.

Y así comenzó lo que sería uno de los retos más difíciles para la familia Hernández. Omar, padre de Yessi, sufría de diverticulitis, una enfermedad que le obligaba a estar en cama y que, al principio, solo trató con remedios caseros, pues las restricciones impuestas por la pandemia, le impedían ver a un médico.

“El médico decidió intervenirme de emergencia. Claro, cuando mi esposa fue a admisión para la hospitalización, se sorprendió de que la póliza de seguros no era aceptada”, comentó Omar Hernández.

La cirugía les dio un alivio, pero también una deuda que ronda los 40.000 dólares, y allí, como en toda historia de princesas, hay un romanticismo que sale a flote. Yessi comenzó a disfrazarse, no buscando estar en la pantalla grande, o siquiera en la chica; sino para quitarle un peso de los hombros a su familia.

“Yo soy la princesa de mi papá y él siempre fue el mejor papá del mundo. Cuando yo era chiquita, para yo quedarme dormida, él me leía cuentos de princesa y nos veíamos todas las películas de Disney, y eso siempre ha sido algo que me ha conectado mucho con él, como todas esas historias de fantasía”, explica Yessi.

Fantasía que hoy toca su realidad y que esconde detrás de una peluca, un maquillaje, unas delgadas capas de ropa que, en medio de un gélido invierno, dificultan su jornada. Pero, y a pesar de las adversidades, siempre tiene un globo y una sonrisa que regalar.

“Para nosotros esto es complicado. Es en alguna medida doloroso porque veo el gran esfuerzo, no solamente que está haciendo mi hija, mi yerno, en darnos el apoyo, el soporte que tanto necesitamos en este momento”, afirmó María Isabel Bermúdez, madre de Yessi.

La joven envía todas sus ganancias a su país natal. Como ella misma dice, lo hace con una alegría inmensa y con la esperanza de que sean muchos años más cerca de su padre.

“Sé que ha sido muy duro para mi papá, pero a mí me alegra poder estar yo bien, estar yo sana y fuerte, y yo poder trabajar porque mis papás son todo para mí y quiero que sepan que ellos me dieron la mejor educación y siempre me dieron todo lo mejor y ahora es mi turno de hacer lo mismo por ellos”, explica Yessi.

Para ayudarse en su tarea, Yessi abrió una plataforma de recolección de dinero. Y, alcance o no su meta, dice que seguirá saliendo a las calles, esperando que en el momento menos pensado, como en el cuento de la Cenicienta, llegue su hada madrina.

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