Chain Sholme Kleinma vino desde Polonia a Estados Unidos buscando a su madre. Cuando llegó a Nueva York, fue detenido e iba a ser deportado a menos que el gobierno de EE.UU. encontrase a sus familiares y verificara su información.
Kleinman empezó su travesía en 1907 como un polizón. Cuando llegó al puerto de entrada de Ellis Island, dijo que tenía familiares en EE.UU. pero que no sabía su dirección.
“Él dijo que estaba escapando de la violencia en su casa. Tenía un padre abusivo y era un niño judío en el imperio ruso, que en ese momento discriminaba a los judíos y llevaba a cabo saqueos y matanzas”, dijo Molly Thaker, una estudiante de doctorado del Departamento de Historia de la Universidad Georgetown, en entrevista con VOA.
La historia de Kleinman, dijo Tacker, guarda muchas similitudes con las de los miles de menores que han venido de Centroamérica a Estados Unidos en los últimos años. Como ellos, el niño polaco estaba escapando de las dificultades en su país.
Según un artículo que Thacker encontró en el archivo del New York Times, publicado el 14 de septiembre de 1907, el niño vivía en Varsovia. Su padre le forzaba a trabajar en una cantera de pizarra de siete de la mañana a ocho de la noche, “con solo unos minutos al medio día para comer el escaso almuerzo que su padre le daba”.
Ambivalencia
Thacker empezó su investigación en 2014 después de haber leído artículos en la prensa sobre el flujo de menores que viajaban solos desde Centroamérica durante la administración de Barack Obama.
“Estaba leyendo reportajes sobre cómo estaban los niños…me pregunté cómo habíamos tratado a esos niños antes”, dijo la investigadora.
Mientras avanzó la investigación. Thacker se dio cuenta que no habían muchos estudios disponibles sobre migrantes que viajaban sin compañía.
“Creo que los historiadores y académicos en general pasan por alto a los niños”, dijo Thacker y añadió que “se ha hecho muy poca investigación” sobre los menores sin compañía en particular.
También vio que el lenguaje que se usaba para describir la situación de la inmigración hoy en día es muy similar a la que se usó en el pasado.
"Por un lado, existe esta retórica de: 'Estos niños inundan nuestro país, tumban las puertas', pero por otro lado, todavía hay una fuerte tendencia a defender a estos niños, y esta historia en particular fue presentada como, 'Este es el tipo de Estados Unidos que queremos, alguien que va a luchar en nuestro país y va, contra todo pronóstico, a tratar de llegar aquí para convertirse en estadounidense'", dijo Thacker.
Deportaciones
Ellis Island operó durante 62 años y 1907 fue el año en el que más migrantes se acercaron al puerto de entrada, con 1'004.765 personas. Los funcionarios del puerto seguían una política rigurosa de deportar a los niños que llegaban sin compañía a EE.UU.
Thacker dijo que la Ley de Inmigración de 1907 declaraba que los niños menores de 16 años tenían prohibida la entrada al país si venían sin sus padres. La medida, sin embargo, no decía que los niños debían ser deportados., sino que “los niños menores de 16 que no estén acompañados por ningún padre…deben ser retenidos para una investigación especial”.
La política creaba un sistema en el que los menores no acompañados, muchos de los cuales eran huérfanos, eran detenidos y debían esperar el resultado de una investigación especial con inspectores de inmigración, quienes determinarían el futuro de los pequeños en el nuevo mundo.
En aquella época, dijo Tacker, ciudadanos y organizaciones locales como sinagogas y sociedades de ayuda para los inmigrantes comenzaron una campaña para encontrar a los parientes de los niños. Algunos incluso se ofrecían a ser tutores de los menores.
Ayudar a los niños, antes y ahora.
Más de cien años después de que Kleiman desembarcara en Nueva York, los menores migrantes que viajan solos siguen una trayectoria similar.
Mark Hetfield, presidente y consejero delegado de HIAS, una ONG que provee ayuda humanitaria y asistencia a los refugiados, dijo a la VOA que las historias de viaje de los menores de antes y los de ahora son “muy, muy similares”.
HIAS, fundada en 1881, ayudó a muchos menores sin compañía que huían de los saqueos y matanzas en Rusia y Europa del Este.
“Hemos hecho [este trabajo] desde finales del siglo XIX, cuando los niños eran enviados solos muchos veces a Ellis Island. Abogamos por la ley Wagner-Rogers a finales de los años 30 para que se trajera a niños judíos refugiados de la Alemania nazi. Pero, como bien se sabe, eso no llevó a nada”, dijo Hetfield.
El proyecto de ley Wagner-Rogers fue una pieza legislativa estadounidense que hubiese incrementado la cuota de migrantes. Se esperaba que iba a permitir a un total de 20.000 niños judíos, menores de 14 años, venir a Estados Unidos desde la Alemania nazi.
Actualmente, Hetfield dijo que la organización estaba en la lista de servicios que ayudaban a los niños, incluyendo a los menores sin compañía, en Maryland y Nueva York. El grupo proveía servicios gratis a todos los pequeños que habían viajado sin un adulto.
En los 1900, dijo Hetfield, los menores sin compañía podían acabar en lugares como el Hebrew Orphan Asylum (Asilo Hebreo para Huérfanos) en Nueva York.
“Eso era bastante común… [hoy] un número importante de niños, sino la mayoría, se reúnen con sus parientes. Quizá no sus padres, pero con algunos familiares que podrían cuidarlos”, dijo Hetfield.