En el décimo año en el que se conmemora Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, las Naciones Unidas (ONU) le rindieron un homenaje especial a las decenas de miles de mujeres que arriesgan sus vidas para brindar asistencia a millones de personas desvalidas en áreas de conflicto.
Según datos de la ONU, las mujeres representan más del 40% de los trabajadores humanitarios en todo el mundo. Estas 250.000 mujeres trabajan en la primera fila de los lugares más peligrosos del mundo, en conflictos como los de Yemen, Siria, Sudán del Sur y la cuenca del lago Chad.
Patricia Danzi, directora regional del Comité Internacional de la Cruz Roja para África, aseguró a la Voz de América que las mujeres y hombres que se convierten en trabajadores humanitarios lo hacen porque quieren aliviar el sufrimiento de los demás.
“Cuando haces este trabajo, no piensas en tu vida. Lo que haces como hombre y mujer, piensas sobre la vida de otros y qué puedes hacer para mejorar la vida de las personas que se encuentran en una situación mucho peor de lo que podría imaginar”, asegura Denzi.
Estadísticas muestran que el trabajo humanitario se está volviendo cada vez más peligroso. Desde 2003, la ONU ha reportado que más de 4.500 de trabajadores humanitarios han sido asesinados, heridos, detenidos, agredidos o secuestrados mientras llevaban a cabo su misión humanitaria. Se destaca que las mujeres corren un riesgo particularmente alto de robo, agresión sexual y otros tipos de violencia.
Danzi relató que el año pasado, dos jóvenes parteras del Comité Internacional de la Cruz Roja fueron asesinadas en el norte de Nigeria. Agregó que otra trabajadora de la salud fue secuestrada en Somalia y varios colegas, incluyendo una mujer, fueron secuestrados en Siria. Detalló que las mujeres comprenden más de la mitad de las poblaciones involucradas en crisis.
Danzi resaltó que es importante tener trabajadoras humanitarias en el campo porque tienen una perspectiva diferente a la de los hombres con respecto a los problemas de las mujeres. Detalló que las mujeres comprenden más de la mitad de las poblaciones involucradas en crisis.
“Nos permite hablar con una parte de las personas que en ocasiones están escondidas o no serían capaces de hablar con trabajadores de ayuda humanitaria internacional, pero tampoco con trabajadores de ayuda humanitaria nacionales. Muy frecuentemente las mujeres solo pueden hablar con mujeres”, agregó Danzi.
En 2008, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 19 de agosto como el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria. Fue en honor a 22 personas que perdieron su vida en el 2003 debido a un ataque terrorista en el hotel Canal en Bagdad, Irak. Entre las víctimas estaba el representante especial del Secretario General para Irak, Sergio Vieira de Mello, y siete mujeres.
"Desde el apoyo a los civiles atrapados en crisis hasta el tratamiento de brotes de enfermedades, las mujeres humanitarias están en primera línea", indicó el Secretario General António Guterres durante su discurso de conmemoración por el día.
El Secretario General enfatizó que, bajo las leyes internacionales, todos los trabajadores humanitarios deben ser salvaguardados.
"Los líderes mundiales, y todas las partes en conflicto, deben garantizar que los trabajadores humanitarios estén protegidos contra daños, como lo exige el derecho internacional", subrayó Guterres.
La conmemoración tampoco pasó desapercibida para el secretario de Estado Mike Pompeo. En un comunicado publicado por el Departamento de Estado, Pompeo saludó el compromiso de los trabajadores de ayuda humanitaria que persisten a pesar de los peligros, y especialmente aquellos que han dado su vida ayudando a proteger otros.
“Para llevar a cabo este vital trabajo (de asistencia humanitaria), Estados Unidos depende de valientes trabajadores de ayuda humanitaria que sirven en primera línea para aliviar el sufrimiento y proteger a los más vulnerables”, se lee en el comunicado.
El secretario aseguró que Estados Unidos continuará apoyando los principios acordados internacionalmente sobre la protección de los trabajadores humanitarios y tomará todas las medidas necesarias para proteger a las organizaciones humanitarias y respetar su independencia y neutralidad.