La tasa de desempleo de septiembre, divulgada hoy, se ubicó en el 7,8 % frente al 8,1 % del mes anterior, un dato que Obama aprovechó para resaltar que sus políticas económicas funcionan, y que le ayudan a superar la debacle del debate el miércoles anterior.
"Esta mañana nos enteramos de que la tasa de desempleo ha bajado a su nivel más bajo desde que tomé posesión", aseguró Obama en la Universidad George Mason de Fairfax, a las afueras de la capital estadounidense.
Agregó, de todos modos, que "el dato no es una excusa para tratar de conseguir provecho político".
El Departamento de Trabajo informó el viernes que en comparación con el pasado mes de agosto el desempleo había descendido en tres décimas.
En agosto el desempleo alcanzó el 8.1 % y los especialistas esperaban 8.2% para septiembre.
El gobierno además indicó que las empresas habían creado 114.000 nuevos puestos de trabajo, por encima de los 113.000 que habían proyectado los economistas.
Pero el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney, se adelantó a calificar las implicaciones del dato como "una recuperación que no es real".
"Si no fuera por todas las personas que simplemente han abandonado la fuerza laboral, la tasa de desempleo real se acercaría al 11 %", dijo Romney en un comunicado.
El candidato presidencial republicano no fue el único en criticar las cifras. Jack Welch, ex consejero delegado de General Electric, fue más allá y sugirió que el gobierno manipula los datos de empleo.
La desconfianza manifestada hizo que la secretaria de Trabajo Hilda Solís diera declaraciones a la cadena MSNBC para asegurar que esas insinuaciones son "ridículas" y recordó que en su secretaría "trabajan buenos profesionales y economistas preparados".
Según el Departamento de Trabajo más personas salieron a buscar empleo en septiembre y encontraron lo que es visto como un punto a su favor para la administración Obama.