Un total de 123 toneladas de desechos nucleares llegaron a un depósito en el norte de Alemania después que la policía removió a miles de manifestantes que trataban de bloquear el camino.
Los camiones con la carga radioactiva llegaron a la instalación nuclear de Gorleben, luego de numerosos y prolongados retrasos.
La policía alemana dijo que tardó horas en retirar entre 2.000 y 3.000 manifestantes que trataban de bloquear la etapa final del trayecto, de 20 kilómetros, a través de una carretera que conecta un depósito ferroviario a la instalación.
Los manifestantes argumentan que Gorleben no es una instalación segura.
Los desechos radioactivos fueron generados por plantas de energía alemanas y tratados en una planta de reprocesamiento francesa operada por el grupo nuclear Areva.
Un portavoz de Areva dio a conocer que los desechos nucleares quedaron debidamente sellados en contenedores.