El tres veces campeón olímpico de boxeo, el cubano Teófilo Stevenson, murió ayer víctima de infarto, según informaron medios oficiales de la Isla.
Stevenson, dueño de una poderosa derecha y cuya destreza era solo comparada a la de Muhammad Ali, tenía 60 años a su muerte.
Conocido cariñosamente por el apodo de "Pirolo", Stevenson nunca se convirtió en profesional a pesar de ganar el oro de los pesos completos en las olimpiadas de Munich, en 1972, Montreal en 1976 y Moscú en 1980.
De igual manera ganó los campeonatos mundiales en La Habana (1974), Belgrado (1978) y Reno, Nevada (1986). Su récord fue de 301 victorias en los 321 combates celebrados a lo largo de 20 años en el ring.
A medida que crecía su fama, los aficionados al boxeo comenzaron a soñar con una “pelea del siglo” entre Stevenson y Ali, pero Cuba siempre insistió en que él no podía perder su estatus de amateur y por eso la pelea nunca tuvo lugar.
“Prefiero el afecto de 8 millones de cubanos”, dijo una vez, cuando se le planteó los millones que podría ganar si se convertía en profesional, cumpliendo así con el titular que uso la revista Sports Illustrated para describirlo en un reportaje: “Prefiere ser rojo que rico”.
En los últimos años, Stevenson fungió como vicepresidente de la federación cubana de boxeo y del instituto nacional de los deportes. Tenía dos hijos.
Stevenson, dueño de una poderosa derecha y cuya destreza era solo comparada a la de Muhammad Ali, tenía 60 años a su muerte.
Conocido cariñosamente por el apodo de "Pirolo", Stevenson nunca se convirtió en profesional a pesar de ganar el oro de los pesos completos en las olimpiadas de Munich, en 1972, Montreal en 1976 y Moscú en 1980.
De igual manera ganó los campeonatos mundiales en La Habana (1974), Belgrado (1978) y Reno, Nevada (1986). Su récord fue de 301 victorias en los 321 combates celebrados a lo largo de 20 años en el ring.
A medida que crecía su fama, los aficionados al boxeo comenzaron a soñar con una “pelea del siglo” entre Stevenson y Ali, pero Cuba siempre insistió en que él no podía perder su estatus de amateur y por eso la pelea nunca tuvo lugar.
“Prefiero el afecto de 8 millones de cubanos”, dijo una vez, cuando se le planteó los millones que podría ganar si se convertía en profesional, cumpliendo así con el titular que uso la revista Sports Illustrated para describirlo en un reportaje: “Prefiere ser rojo que rico”.
En los últimos años, Stevenson fungió como vicepresidente de la federación cubana de boxeo y del instituto nacional de los deportes. Tenía dos hijos.