El director de la oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, John Morton, defendió el trabajo del gobierno en el control de la frontera.
Durante una visita a Phoenix, en el estado de Arizona, el funcionario destacó que las cifras de deportaciones son las mayores de la historia.
Según las cifras presentadas por el gobierno, durante el último año fiscal fueron deportados 380.000 indocumentados, de los cuales casi un tercio eran delincuentes que habían sido declarados culpables.
Además, en lo que va del presente año fiscal, la agencia expulsó a 136.000 indocumentados que fueron declarados culpables de delincuencia, también una cifra histórica, destacó el director de Inmigración y Aduanas.
Morton también explicó que la cantidad de funcionarios afectados al trabajo de inmigración es la más alta de la historia y será reforzada con las nuevas partidas aprobadas por el Congreso.
"A los que dudan de la decisión del gobierno federal de hacer cumplir la ley de inmigración, permítanme decirles: estamos comprometidos a aplicar con vigor y eficacia la normativa de inmigración, y los hechos hablan por sí mismos", afirmó Morton.
Sus declaraciones fueron realizadas en Arizona, donde los movimientos anti-inmigrantes han ganado fuerza, e incluso se ha aprobado una legislación estatal destinada a controlar la inmigración.
La visita de Morton a Arizona es parte de los esfuerzos del gobierno federal para contrarrestar las críticas de que no está haciendo lo suficiente al respecto.
"¿Qué si hay más que hacer? Por supuesto”, afirmó Mortón. “¿La inmigración ilegal es un problema importante y un desafío para la nación? Por supuesto", agregó. Pero también afirmó que "nuestra actuación es a largo plazo” y aseguró que “vamos a resolver correctamente este problema".
Más funcionarios
La contratación de más funcionarios para trabajar en la frontera se encuentra en su máximo histórico y Mortón destacó que será incrementado bajo el plan propuesto por el gobierno, y aprobado por el Congreso, que autorizó $600 millones de dólares para un mayor despliegue de agentes y equipo a lo largo de la frontera con México.
Mientras tanto, las críticas de los movimientos conservadores se multiplican contra la oficina de Inmigración y Aduanas, y la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, dijo que la falta de acción del gobierno fue una de las razones por las cuales decretó la nueva ley de inmigración del estado.
Morton cuestionó indirectamente las apreciaciones de los impulsores de leyes más estrictas en Arizona, explicando el trabajo de la agencia en el estado. Al respecto, destacó que en una semana promedio en el estado, su agencia deporta 1.500 indocumentados, arresta a cinco traficantes de ilegales, registra tres casas donde se ocultan a indocumentados, inspecciona los archivos de empleo de 526 personas que trabajan en compañías locales y decomisa una tonelada de marihuana.