América Latina atraviesa por un prolongado periodo de regímenes democráticos pero es patente la frustración de sus ciudadanos ante la enorme desiguladad de riqueza y poder, según un informe presentado en la ciudad de México por la Organización de Estados Americanos (OEA).
El documento, el segundo que elaboran sobre Latinoamérica la OEA y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), dice que igualmente se observa en la región un orden sin precedentes en términos de finanzas, tasas de inflación y endeudamento.
Sin embargo, añade que también se advierte una débil participación popular en los asuntos públicos, una persistente corrupción pública y privada, creciente inseguridad y una erosión del estado de derecho.
Durante la presentación del informe titulado “Nuestra Democracia”, el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza puso de relieve que en la región “hemos pasado a entender la ciudadanía como el derecho a elegir, a ser elegido y a concurrir en condiciones de igualdad ante la autoridad.”
No obstante, Insulza calificó de “retroceso de la democracia” el tema de la seguridad ciudadana en varios países de la región.
Para Heraldo Muñoz, Director Regional de la Oficina del PNUD para América Latina, el informe “es un llamado a construir democracias sustentables en la región, donde el poder esté mejor y más simátricamente distribuido entre los ciudadanos, donde los derechos ciudadanos estén garantizados para todos”.
Resultado de un proceso de investigación, consultas y debates llevado a cabo con participantes de 18 países latinoamericanos, el informe incluye un abarcador análisis de las deficiencias y debilidades padecidas por las democracias en la región.
Entre sus recomendaciones está dar prioridad a la acción en tres áreas de la política a fin de fortalecer la democracia: la fiscalidad, la inclusión social y la seguridad pública.
El estudio también examina el acceso a los cargos públicos, la representación femenina y de las minorías, los mecanismos de toma de decisiones de los gobiernos, y la debilidad de los controles y contrapesos entre los poderes del Estado.