Los negociaciones de la conferencia climática de Naciones Unidas, COP28, acordaron el miércoles que el mundo debe alejarse de los combustibles fósiles, un paso importante para cambiar la forma en la que el planeta obtiene energía, pero lleno de interrogantes acerca de cuándo y quién pagará esa transición.
El presidente de la COP28, Sultan al-Jaber, certificó la aprobación del texto en una sesión plenaria en Dubái tras más de dos semanas de discusiones en las que las naciones participantes trataron de encontrar la forma de cumplir el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius (2,7º Fahrenheit) desde la época preindustrial.
Los países estaban divididos entre los que querían un lenguaje más contundente sobre la eliminación progresiva de los combustibles fósiles y otros que querían mantener la quema de petróleo, gas natural y carbón de algún modo.
El nuevo compromiso surgió a primera hora del miércoles luego de un llamado más contundente que el propuesto días antes pero con lagunas que enojaban a los críticos.
La nueva propuesta no menciona específicamente la “eliminación progresiva” de los combustibles fósiles, como había pedido más de un centenar de naciones. En su lugar, insta a “la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos de forma justa, ordenada y equitativa, acelerando las acciones en esta década crítica”.
El cambio se llevaría a cabo de forma que el planeta alcance la neutralidad de emisiones en 2050 y siga los dictados de la ciencia climática.
Contempla que el mundo alcance su punto máximo de contaminación por carbono en 2025 para alcanzar el umbral acordado, pero deja margen para que naciones concretas, como China, lleguen a ese punto más tarde.
“El mundo está en llamas, tenemos que actuar ahora", dijo el ministro de Medio Ambiente de Irlanda, Eamon Ryan.
Las intensas sesiones con todo tipo de delegados se prolongaron hasta altas horas de la madrugada del miércoles, luego de que el documento inicial de la presidencia de la Conferencia de las Partes de la ONU molestó a muchos países al evitar un llamado contundente a tomar acciones para frenar el calentamiento global. La presidencia de la COP, en manos de Emiratos Árabes Unidos, presentó entonces a los delegados de casi 200 países un nuevo documento central — llamado balance mundial — poco antes del amanecer.
Es la tercera versión que se elabora en unas dos semanas y la palabra “petróleo” no parece en sus 21 páginas, pero “combustibles fósiles” lo hace en dos ocasiones.
La Alianza de Pequeños Estados Insulares señaló es un comunicado que el texto “es progresivo y no transformador. Vemos una letanía de lagunas en este texto que son una gran preocupación para nosotros”.
“Necesitábamos una señal global para abordar los combustibles fósiles. Esta es la primera vez en 28 años que se obliga a los países a tratar los combustibles fósiles”, dijo Jean Su, directora de justicia energética del Centro para la Diversidad Biológica, a The Associated Press. “Así que esta es una victoria general. Pero los detalles reales son muy escasos”.
“El problema con el texto es que sigue incluyendo lagunas cavernosas que permiten que Estados Unidos y otros productores de combustibles fósiles sigan adelante con su expansión sobre los combustibles fósiles”, agregó Su. “Hay un fallo bastante mortal, fatal, en el texto, que permite que continúen los combustibles de transición”, que es una palabra clave para el gas natural, que también emite dióxido de carbono.
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