Israel mantuvo este viernes sus bombardeos aéreos y terrestres sobre la Franja de Gaza, causando la muerte de decenas de palestinos, mientras se sucedían los combates en torno al principal hospital de la ciudad de Gaza, al-Shifa, dijeron responsables palestinos y el ejército israelí.
Según las autoridades sanitarias palestinas, dos ataques israelíes contra el barrio de al-Shejaia, en el este de la Ciudad de Gaza, mataron a 17 personas, mientras que un ataque aéreo a una casa en el campo de refugiados de al-Maghazi, en el centro de la Franja de Gaza, mató a ocho personas.
La oficina de prensa del gobierno de Gaza, dirigido por Hamás, dijo que al menos 10 policías, encargados de asegurar la ayuda a los desplazados en el norte de Gaza, se encontraban entre los muertos en al-Shejaia.
El ejército israelí dijo que sus fuerzas continuaron las operaciones en los alrededores del complejo al-Shifa "mitigando los daños a civiles, pacientes y equipos médicos" y añadió que durante el último día había matado a varios hombres armados y localizado armas e infraestructuras militares.
Al-Shifa, el mayor hospital de la Franja de Gaza antes de la guerra, era una de las pocas instalaciones sanitarias que funcionaban parcialmente en el norte de Gaza antes de los últimos combates. También había albergado a civiles desplazados.
Según el comunicado israelí, sus fuerzas llevaron a cabo incursiones en zonas del centro y el sur, como Jan Yunis y al-Karara, donde las tropas intercambiaron disparos con pistoleros palestinos antes de matarlos y localizar armas y cohetes.
El brazo armado de Hamás afirmó que sus combatientes atacaron a las fuerzas israelíes cerca del hospital Nasser de Jan Yunis, uno de los dos hospitales de la ciudad bloqueados por soldados israelíes desde hace varios días.
En el extremo sur de la Franja, Israel continuó sus bombardeos en Rafah, el último refugio de los palestinos, donde se encuentra más de la mitad de los 2,3 millones de habitantes de Gaza. Un ataque aéreo contra una casa mató a 12 palestinos a última hora del jueves.
Más de 32.000 palestinos han muerto en la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre, 71 de ellos en las últimas 24 horas, según las autoridades sanitarias del territorio.
Se cree que hay miles de muertos más enterrados bajo los escombros y más del 80 % de los gazatíes han sido desplazados, muchos de ellos en riesgo de hambruna.
La guerra estalló después de que milicianos de Hamás atravesaron la frontera y arrasaron comunidades del sur de Israel, que dejaron un saldo de 1.200 muertos y 253 secuestrados, según los recuentos israelíes.
En el norte de la Franja de Gaza, donde Naciones Unidas ha advertido de la inminencia de una hambruna en mayo, un anciano murió de desnutrición y falta de medicación, según medios palestinos.
El jueves, la Corte Internacional de Justicia ordenó por unanimidad a Israel que adoptara todas las medidas necesarias y efectivas para garantizar el suministro de alimentos básicos a la población de Gaza y detener la propagación de la hambruna.
"La renovada orden vinculante de la Corte Internacional de Justicia de ayer es un duro recordatorio de que la catastrófica situación humanitaria en la Franja de Gaza es obra del hombre y está empeorando. Sin embargo, aún puede revertirse", dijo en la red social X Philippe Lazzarini, director de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA.
"(Esto) significa que Israel debe revertir su decisión y permitir a UNRWA llegar al norte de Gaza con caravanas de alimentos y nutrición a diario y abrir cruces terrestres adicionales", añadió.
Esta semana, UNRWA dijo que Israel le comunicó que ya no aprobaría sus caravanas de alimentos en el norte de Gaza. Desde el 21 de marzo se han denegado cuatro solicitudes de este tipo, añadió.
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