Donald Trump está haciendo campaña este martes en el occidental estado de Arizona, mientras Hillary Clinton busca apoyo en Pennsylvania, pero el centro de atención está en Virginia, donde sus compañeros de fórmula realizarán su único debate vicepresidencial antes de las elecciones del 8 de noviembre.
Mike Pence y Tim Kaine debatirán en Farmville, un pequeño pueblo en Virginia.
Aunque las encuestas muestran a Virginia con tendencia hacia los demócratas, el estado es considerado clave para la elección. Los votantes en ciudades como Richmond, de donde proviene Kaine, tienden a votar por los demócratas. Los residentes de áreas rurales como Framville son más conservadores.
“La gente quería soñar y tener cosas como una cerca blanca, ahora ellos quieren regalarla... porque el gobierno se ha inmiscuido tanto en repartir”, dice Carolyn Bowman, partidaria de Trump.
Bowman piensa que Trump puede cambiar eso. Pero Cliff Christian, otro votante en Virginia, no espera mucho de cualquier de los integrantes de la fórmula republicana.
“Todo está mal, y quienquiera que resulte electo tiene un difícil camino por delante y si fracasa la culpa por lo que está ocurriendo. No los envidio a ninguno de los dos”, dice Christian.
El lunes los dos candidatos presidenciales continuaron criticándose mutuamente. Clinton criticó las devoluciones de impuestos de Trump.
“Ahora cuando millones de familias estadounidenses incluyendo la mía y las suyas estaban trabajando arduamente, pagando nuestra justa parte, parece que él no estaba contribuyendo nada a nuestra nación”.
Trump defendió sus prácticas de negocios el lunes durante un acto en Colorado.
“Entiendo las leyes de impuestos mejor que casi todos, que es por lo que soy quien puede arreglarlas realmente. Lo entiendo. Y eso es lo que me comprometo a hacer, queremos justicia, queremos que entre dinero, queremos que el dinero sea gastado porque cuando ellos gastan nuestros dólares de los impuestos lo hacen muy injustamente e imprudentemente, recuerden eso”.
El debate vicepresidencial de este martes puede arrojar alguna luz sobre si el número 2 está preparado para el trabajo del número 1 en la Casa Blanca. Pero además de mostrar sus propias habilidades, la principal tarea de Pence y Kaine es defender a sus compañeros de fórmula.
