El presidente Donald Trump y el líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer están dispuestos a partir de cero en el debate sobre tema migratorio pendiente; el demócrata retiró su oferta de apoyar el financiamiento del muro fronterizo, y el presidente le recordó que sin muro no hay DACA.
“Vamos a tener que comenzar sobre una nueva base y la oferta sobre el muro ya no está sobre la mesa”, dijo Schumer el martes a los reporteros sobre el ofrecimiento que habría hecho la semana pasada de apoyar fondos de hasta por $25.000 millones para la construcción del muro deseado por Trump.
El ofrecimiento original buscaba conseguir un acuerdo bipardista para proteger a 800.000 jóvenes que perderán la protección que les daba el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, DACA, que Trump eliminó en octubre pasado. A cambio, los demócratas se comprometían a aprobar la ley de presupuesto y evitar un cierre de gobierno.
Pero el acuerdo fracasó, el gobierno cerró por tres días, los ofrecimientos demócratas fueron rechazados y los republicanos se negaron debatir el DACA si no se aprobaba una cuarta medida temporal para financiar al gobierno hasta el 8 de febrero.
Schumer tuvo que ceder y fue criticado por eso por el ala liberal del Partido Demócrata y por los propios “dreamers” que se sintieron una vez más engañados y utilizados.
En el acuerdo que permitió la reapertura del gobierno, Schumer solo consiguió el compromiso de debatir el tema migratorio en “campo nivelado” —como lo describió el líder de la mayoría, Mitch McConnell— lo que significa que los acercamientos que hubo, incluyendo el plan bipartidista sobre el DACA que se le presentó al presidente Trump y que lo rechazó por insuficiente en su momento, han quedado relegados.
El martes por la noche Trump contestó a Schumer de manera despectiva: “El lloroncito Chuck Schumer comprende completamente, especialmente después de su humillante derrota, que si no hay Muro, no hay DACA. ¡Debemos tener seguridad junto a un Ejército fuerte, para nuestro gran pueblo!”, escribió en su cuenta de Twitter.
El debate que se avecina para las próximas semanas—y que ahora se discutirá con las condiciones que Trump imponga— complica la búsqueda de un pacto migratorio y dificulta a los dos bandos ceder en nada para lograr un compromiso.
“Sé que hay bastante escepticismo y no mucha confianza mutua”, reconoció el senador republicano por Texas, John Cornyn. “Pero creo que hay una preocupación bipartidista de buena fe por que esto se haga”.
La portavoz de la Casa Blanca, Sara Huckabee Sanders, también sonó optimista: “No creo que estén tan lejos”, dijo en su evaluación del debate.
Pero aun si el Senado consigue los votos para aprobar un plan migratorio, los demócratas temen que haya pocas posibilidades de que este vaya a pasar en la Cámara de Representantes, donde las fuerzas antinmigrantes son más duras.
Trump ya lo había visualizado cuando dijo en Twitter: “Nadie tiene la certeza de que republicanos y demócratas sean capaces de llegar a un acuerdo sobre el DACA antes del 8 de febrero, pero todos están tratando… con un gran enfoque adicional en la fortaleza del ejército y la seguridad fronteriza. ¡Los demócratas ya aprendieron que cerrar el gobierno no es la repuesta!”.