Esta es la época del año de Anthony Pitch, escritor y guía turístico en Washington, quien algunas semanas antes del festivo Día de los Presidentes, publica un libro de bolsillo que es un éxito entre los turistas.
Se llama “Exclusivamente trivialidades presidenciales”, que contiene más de 650 retos, preguntas y respuestas, sobre los mandatarios estadounidenses.
Pitch también ha escrito libros académicos en temas como el asesinato del presidente Abraham Lincoln y la toma de Washington por parte de las tropas británicas en 1814.
Pero su libro en trivialidades es solo diversión.
Pitch lanza hechos desconocidos, y según él mismo, estimula la memoria mientras provoca interés en historia. El libro ventila datos como estos:
¿Qué tan lejos estaba Lee Harvey Oswald del presidente Kennedy cuando le disparó al mandatario en Dallas en 1963? Esto asumiendo usted cree que él fue quien le disparó a Kennedy. Respuesta: 81 metros.
¿Cuál presidente, de relativamente pocos modales, estaba visitando el Taj Mahal en India y emitió un grito para ver si escuchaba el eco? Respuesta: Lyndon Johnson.
¿Sabía usted que Jimmy Carter trabajo en la Casa Blanca como jefe de gabinete con el gobierno de Franklin Roosevelt? Respuesta: Es cierto, pero no se trataba del Jimmy Carter que se convirtió en presidente.
Acá hay otra con la que usted puede intentar la respuesta: ¿Cuántas capitales en Estados Unidos heredaron su nombre por un presidente? Uno de mis colegas sugirió 40. Pero sorpresivamente, es solo cuatro, Jefferson City, Missouri; Lincoln, Nebraska; Madison, Wisconsin; y Jackson, Mississippi. Hay un Clinton, en Iowa, pero no es capital.
Otra más para finalizar: si tanto el presidente como el vicepresidente fallecieran, ¿quién es el siguiente en línea de comando? Es el presidente de la Cámara de Representantes. Incluso para muchos estadounidenses, el nombre del presidente de la Cámara sería un reto, actualmente es John Boehner.
Y Bill Clinton, Jimmy Carter, ambos presidentes Bush y el presidente Obama no aparecen en ninguna estampilla de correo. Hasta este año, el Servicio Postal tiene una regla muy estricta de no hacer una estampilla de una persona que todavía este viva, incluso si se trata de un mandatario.