Todo gran empresario comienza con un sueño. Aquel que le promete satisfacer sus ambiciones y necesidades. Que requiere lucha, pasión y esfuerzo; un sueño que promete valer la pena.
Desde tiempos remotos, Juárez acogió a los padres, tíos y abuelos de los que hoy son grandes empresarios. En una ciudad como esta, donde la tierra es árida, la lluvia es poca, el polvo y la arena invaden cada rincón y el clima es extremoso es donde nacieron grandes agricultores y terratenientes como Don Valentín Fuentes García o Don Agustín Terrazas, grandes ganaderos y lecheros como Rómulo Escobar o Pedro Zaragoza (ambos lecheros heredaron el oficio de sus Padres quienes iniciaron los establos lecheros en épocas de Don Porfirio Díaz). Así como muchos otros más como Artemio y Federico de la vega (licoreros), Jaime Bermúdez (inmobiliario y promotor de la industria maquiladora), Miguel y Tomas Zaragoza (empresarios de gas butano y LP), Enrique y Federico Terrazas (cementeros), entre muchos otros.
Juárez está lleno de personas que a pesar de las adversidades luchan por aquel sueño. Sueños que son transmitidos a sus hijos y nietos, sueños que se expanden cada día más. Sueños que tienden la mano a la realización de muchos otros.
Hay un empresario digno de admiración, no es uno de estos grandes, pero sus ambiciones, sueños y ganas de luchar son aún más voraces. Un joven emprendedor que se aventuró a cumplir sus sueños en una ciudad como Juárez, que le prometió prosperidad y éxito, y le cumplió. Rogelio Ramos, empresario de la ciudad ha sabido inspirar a muchos que lo rodean, ha sabido cambiar y mediar entre partidos y gente para el bien de la ciudad. Como presidente de la asociación de hoteleros logro obtener un presupuesto mucho mayor al que se tenía para promover el turismo en la ciudad, ‘ciudad de negocios’ como él la llamo. Se logró entrar al Consejo Coordinador Empresarial y promover varios proyectos con la finalidad de atraer turistas a nuestra ciudad; entre ellos el Centro Cultural Paso del Norte.
Rogelio ha incursionado en muchos sectores, empezó con equipos de sonido para fiestas y tocadas, luego vino la idea de un videoclub, ya estando en este ramo empezó a producir copias de películas y venderlas de manera legal para finalmente terminar como productor de cine. Años después se convirtió en hotelero y promotor del turismo, actividad que coordina a la par con la agricultura. Los sueños y realizaciones de Rogelio han tenido un impacto fuerte en la ciudad y sus habitantes, los proyectos de turismo abren las puertas a los visitantes y relaciones comerciales de Juárez. La población tiene más empleos y una gran inspiración.
Yo como Rogelio, ya soñé ... y Juárez me prometió éxito, ¿y tú?.