España desea que la próxima Cumbre Iberoamericana de Cádiz sea el inicio de una "nueva relación de absoluta igualdad", con respeto a las ideologías de cada uno de los miembros.
Así lo señaló el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, al presentar hoy la XXII Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en España los días 16 y 17 de noviembre.
El jefe del Gobierno español aseguró que esta nueva relación debe basarse en un "respeto mutuo por los procesos democráticos de cada país".
"Nadie tiene que renunciar a sus principios, ni a su ideología propia, si coincidimos en lo fundamental, que es el valor de la libertad, la democracia y el respeto de los derechos humanos", manifestó Rajoy en su intervención en la sede de la Secretaría General Iberoamericana.
El gobierno español quiere volcarse en esta nueva cita en Cádiz, luego de que la última cumbre, celebrada en Asunción el pasado año, se viera devaluada por la ausencia de la mitad de los mandatarios iberoamericanos.
En el actual contexto de crisis económica, Rajoy abogó por aprovechar "las oportunidades que ofrecen los lazos históricos, culturales y jurídicos", para crear riqueza.
"Si conseguimos fortalecer los lazos comerciales y de inversión entre nuestros países, entonces lograremos crear empleo y bienestar ", dijo Rajoy.
Agregó que los distintos foros regionales de concertación que han proliferado intimamente en Latinoamérica, el último de ellos la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), creada el pasado diciembre en Caracas.
Al final de su discurso, el presidente del gobierno español hizo una referencia a la grave crisis económica que vive el país, y se mostró convencido de que España la superara "como Iberoamérica superó también el pesimismo de los que hablaban de décadas perdidas".