La Cumbre de Presidentes del Mercosur expuso el martes las tensiones sobre la flexibilización comercial del bloque.
La posición aperturista de Uruguay, necesitado de inversiones y deseoso de aprovechar mercados pujantes, ha chocado con la negativa de Brasil, Argentina y Paraguay.
Uruguay reafirmó su intención de negociar un tratado de libre comercio con China e ingresar al Acuerdo Transpacífico y llamó a sus socios a explorar un acuerdo con China. “Somos una de las zonas más proteccionistas del mundo”, advirtió el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou.
“Nadie se tomó un avión para buscar conflicto sino para buscarle la vuelta” al diferendo dijo Lacalle, que tildó al bloque como “una zona de libre comercio imperfecta” en la sede del Mercosur en Montevideo.
“Es cierto que llegamos con tensiones”, admitió el presidente uruguayo quien se mostró sereno pero firme en que Uruguay debe “abrirse al mundo”. “Por supuesto que si vamos en grupo es mucho mejor”, dijo, “pero no estamos dispuestos a quedarnos quietos”.
Uruguay ha cuestionado los perjuicios de las restricciones arancelarias y no arancelarias como la libre circulación de personas, bienes y el crecimiento de las asimetrías que muestra el Mercosur a 31 años de su creación.
El canciller uruguayo Francisco Bustillo denunció el lunes una escasa proactividad para concretar acuerdos comerciales, particularmente con la Unión Europea (UE). “No tenemos acuerdo con ninguna de las 10 potencias económicas del mundo”, se lamentó Bustillo.
El presidente argentino Alberto Fernández dijo que el acuerdo con la UE es desventajoso para su país porque no contempla las asimetrías. También reconoció que Uruguay es un país autónomo y puede firmar un tratado de libre comercio con China, pero llamó a estudiarlo conjuntamente. Fernández reconoció que el “gran problema” del Mercosur “son las asimetrías de sus miembros. Nunca las resolvimos. Es hora de ver cómo las resolvemos”, dijo.
En el Mercosur viven más de 295 millones de personas. Sus principales exportaciones son a China (29%) y Estados Unidos (11%), mayoritariamente de materias primas agroalimentarias. La balanza comercial del Mercosur es positiva. Las exportaciones alcanzaron los 338.778 millones de dólares y las importaciones 260.122 en 2021, según el último Informe Técnico de Comercio del Mercosur.
Durante el gobierno de Lacalle Pou, Uruguay retomó la agenda, ya trabajada por gobiernos anteriores, de sumarse al Acuerdo Transpacífico y negociar un tratado de libre comercio con China. Además, Lacalle Pou ha intentado tejer alianzas bilaterales con Turquía, Corea del Sur y el Reino Unido, entre otros.
“Fabricamos alimentos para 40 millones de personas y somos tres millones de habitantes. El mercado interno es diminuto para absorber lo que producimos. El 80% de la producción láctea tiene que salir al exterior. Estamos obligados a encontrar mercados en el mundo”, explicó el senador oficialista uruguayo Gustavo Penadés a The Associated Press.
Pero el lunes los cancilleres de Paraguay, Brasil y Argentina advirtieron a Uruguay con sanciones jurídicas y comerciales al criticar su actitud de buscar acuerdos bilaterales que interpretan como violatorios de la regla del consenso para toma de decisiones.
El canciller argentino Santiago Cafiero señaló que los acuerdos bilaterales podrían “profundizar nuestras brechas productivas y científico-tecnológicas” mientras que su par brasileño Carlos França llamó a preservar “la integración”, al tiempo que deslizó consecuencias “jurídicas y comerciales”.
El ministro de Relaciones Exteriores paraguayo, Julio Arriola, dijo que las iniciativas bilaterales son “inadecuadas”, llamó a “fortalecer el dialogo” y pidió eliminar las “trabas” al intercambio comercial.
“Uruguay no está negociando aún, intentó obtener un permiso del Mercosur para hacerlo y no encontró el visto bueno. Lacalle Pou ha tenido un discurso de flexibilización, intenta ser coherente abriendo la puerta”, explicó Eugenia Pereira, investigadora de Negocios Internacionales de la Universidad Católica.
El pedido uruguayo obedece a que “Argentina y Brasil tienen economías ultra protegidas”, opinó el especialista en comercio regional Marcel Vaillant. “Uruguay es una economía muy pequeña, con preferencias por una política abierta que tiene crecientes dificultades de acceso a mercados en productos agroalimentarios y requiere mejorar el acceso al mercado”, explicó a AP.
Jair Bolsonaro no participó de esta cumbre ni de la anterior. Hamilton Mourão, vicepresidente de Brasil hasta el 1 de enero, se mostró interesado en estudiar tratados con otros países y bloques pero dentro del Mercosur, para “desarrollar una visión común de nuestros intereses internos y compromisos externos”.
“Las dificultades son ciertas y hay que hablarlas”, señaló el presidente paraguayo Mario Abdo Benítez.
En la cumbre, Uruguay traspasó la presidencia pro tempore del bloque a Argentina.