Desde las 2:15 pm de este 25 de julio los mandatarios centroamericanos de visita en Washington se reunieron con el presidente Obama para abordar la crisis fronteriza de los niños inmigrantes y buscar soluciones conjuntas.
La Casa Blanca espera obtener de esta reunión algún tipo de plan de acción por parte de los involucrados, mientras las profundas divisiones partidarias que siguen paralizando al Congreso en torno a las propuestas para resolver la crisis en la frontera se siguen desarrollando sin muchas posibilidades de solución.
En la reunión con el presidente Barack Obama participarán los presidentes Otto Pérez Molina, de Guatemala, Juan Orlando Hernández, de Honduras y Salvador Sánchez Cerén de El Salvador.
El jueves, los líderes centroamericanos tuvieron una agenda apretada, visitando el Capitolio donde se estudia la solicitud de la Casa Blanca para que se le concedan fondos de emergencia y poderes adicionales para agilizar las deportaciones de los niños sin acompañantes.
De igual manera hicieron presente en el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos, donde manifestaron la necesidad de acordar una agenda conjunta que apueste al desarrollo económico, al combate del crimen organizado y a la trata de personas en sus países.
También, trascendió en la tarde del jueves que la Casa Blanca estaría estudiando conceder estatus de refugiados a jóvenes que lo soliciten y aprueben el proceso desde Honduras.
El plan implicaría la revisión de jóvenes en Honduras, uno de los países más violentos del mundo, para determinar si califican para refugiados. Algo así también podría aplicarse con los demás países.
Programas similares se establecieron en el este de Asia después de la guerra de Vietnam y en Haití en la década de 1990.
Sin embargo, altos funcionarios de la administración Obama dijeron que esta es una de las propuestas que han aparecido en los últimos días, pero que no se ha tomado ninguna decisión sobre implementar este tipo de procesos.
Hasta ahora, la posición de la Casa Blanca sigue siendo que quienes entran a Estados Unidos sin documentos, sean menores o adultos, están sujetos a la deportación y no reciben los beneficios de una reforma de las leyes de inmigración, ni de la "Acción diferida" ni ningún otro programa que les permita quedarse.
Los republicanos siguen quejándose de que la Casa Blanca no establece una posición clara para resolver la crisis.
"El proceso ha sido obstaculizado por los mensajes contradictorios que envía la Casa Blanca sobre la disposición del presidente para resolver el problema", dijo el jueves el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner.
La agenda de este viernes contempla un encuentro de los mandatarios centroamericanos con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), reunión de trabajo y almuerzo con el vicepresidente Joe Biden, en el edificio Einsenhower, para luego reunirse los cuatro con el presidente Obama en la Casa Blanca.