Mientras el gobierno en disputa de Venezuela califica como una victoria su integración permanente al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en el país sudamericano, expertos en la materia, cuestionaron ese ingreso.
Tras obtener el apoyo de 105 naciones, la delegación del gobierno de Nicolás Maduro logró un puesto en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, en Ginebra. El canciller del gobierno en disputa, Jorge Arreaza, en su intervención en la sesión de apertura, indicó que, a pesar de la negativa de algunos países para su incorporación, lograron su objetivo.
“A todos los estados que respaldaron al gobierno de la República bolivariana de Venezuela, en tan particulares circunstancias, vencimos, juntos fue posible, ni el bullying internacional, ni las amenazas ni la extorsión pudieron doblegar la voluntad soberana de la mayoría de los estados del mundo”, indicó Arreaza.
El director de la ONG defensora de los Derechos Humanos Provea, Marino Alvarado, indicó que, a pesar del debut, la situación de la nación en la materia continúa siendo “crítica”.
“Hay poca voluntad política del gobierno de Maduro y su cúpula de dar pasos que mejoren la situación a pesar del monitoreo intenso que está haciendo la comunidad internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet”, señaló Alvarado.
El comisionado del gobierno interino para los derechos Humanos, Humberto Prado, rechazó la inclusión del gobierno en disputa, en el Consejo, por considerar que la administración de Maduro está integrada por presuntos violadores de DDHH.
En ese sentido, el funcionario señaló el impacto de las sanciones de Estados Unidos a funcionarios venezolanos.
“Yo creo que están haciendo efecto hacia las personas, porque van dirigidas con nombre y apellido de personas que están en una situación que han cometido delitos de corrupción, que están calificados como violadores de derechos humanos y hacia eso apuntan”, indicó Prado
El ministro para Relaciones Exteriores de la administración en disputa precisó, en su discurso en Suiza, que las sanciones que ha impuesto Estados Unidos a Venezuela, desde 2014, han causado pérdidas por 120.000 millones de dólares al país sudamericano.