El Departamento de Estado defendió las sanciones a funcionarios venezolanos por violaciones a los derechos humanos, lo que ha sido criticado duramente por Caracas y un foro regional.
"Esto fue un ejercicio apropiado de soberanía de parte de EE.UU. respecto de nuestras visas y nuestro sistema financiero. Las sanciones están dirigidas a individuos que han cometido violaciones a los derechos humanos y socavan el gobierno democrático, no al pueblo venezolano o su economía", dijo la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki.
La viocera agregó que EE.UU. está al tanto de la cumbre del ALBA para solidarizar con Venezuela tras las sanciones contra funcionarios venezolanos por Washington.
Asimismo, Psaki reiteró que Venezuela no ha sido un obstáculo en las discusiones con Cuba para el restablecimiento de relaciones diplomáticas con la isla.
Psaki agregó que la última ronda de las discusiones con Cuba se enfocó en restablecer relaciones y reabrir embajadas, y que el apoyo de La Habana a Caracas no es factor.
“No tenemos que estar de acuerdo en todo” con La Habana, dijo Psaki.
El líder cubano, Raul Castro, apoyó a Venezuela en su enfrentamiento con EE.UU., diciendo que “Estados Unidos debería entender de una vez que es imposible seducir o comprar a Cuba ni intimidar a Venezuela, nuestra unidad es indestructible”.
A su vez, el ALBA solicitó a Washington derogar la orden ejecutiva del presidente Barack Obama que califica a Venezuela como “amenaza nacional”.
La calificación permitiría a EE.UU. sancionar a autoridades de mayor rango en la estructura de gobierno de Nicolás Maduro.
En una audiencia del Senado, el legislador Marco Rubio solicitó sancionar al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien recientemente alertó que, de ser atacada Venezuela, se convertirá en “otra Vietnam”.
