Expertos en periodismo y libertad de expresión opinaron que las negociaciones que se llevan a cabo en La Habana ofrecen esperanzas para los periodistas y la libertad de prensa.
“Puede ser un hecho positivo para la libertad de expresión en el sentido de que los periodistas en Cuba puedan trabajar con no tantas restricciones”, dijo Carlos Lauría, Coordinador del Programa para las Americas del Comité para la Protección de los Periodistas, CPJ por sus siglas en inglés.
Lauría expresó el deseo que “Cuba libere a todos los periodistas y activistas de derechos humanos que permanecen presos”, pero sobre todo que “desmantele el aparato, el sistema legal represivo que sanciona con penas de prisión a cualquiera que realice periodismo independiente”.
De manera similar se expresó la bloguera cubana, Miriam Celaya, que piensa que el restablecimiento de relaciones diplomáticos constituye un viraje “que pudiera ser positivo si se aprovecha de la mejor manera posible y […] si se condiciona al gobierno cubano, al tema de los derechos humanos y la búsqueda de libertad de civiles dentro de Cuba”.
Por su parte, Ricardo Troti, director de libertad de prensa de la Sociedad Interamericana de Prena, SIP, dijo que más allá de los temas económicos y los temas políticos que puedan tener las dos naciones, “la gran preocupación para nosotros siempre va a ser cómo el tema de libertad de expresión y el tema de libertad de prensa van a poder ser incluidos en la agenda de estas conversaciones que ya han empezado”.
En todo caso, los tres reconocen que el proceso tomará tiempo puesto que Cuba sigue siendo uno de los países más restrictivos y más represivos para la libertad de expresión.
“Que Cuba ofrezca, digamos, internet a toda la población, a todos los ciudadanos cubanos, que todos tengan acceso… esto […] es algo que evidentemente no va a ocurrir de la noche a la mañana, es un proceso”, finaliza Lauría.