El presidente estadounidense Barack Obama está reunido con el presidente cubano Raúl Castro, en el Palacio de la Revolución en La Habana, donde discuten sobe formas de avanzar en la normalización de las relaciones y en áreas de desacuerdo como derechos humanos.
El presidente Obama comenzó su segundo día de visita a Cuba este lunes con la colocación de una ofrenda floral en el monumento al héroe de la independencia cubana, José Martí, en la Plaza de la Revolución.
Para Obama no hay mejor lugar que La Habana para mostrar que el acercamiento puede hacer más que el aislamiento para lograr cambios tangibles en la isla comunista.
Por el momento han sido pocos los cambios que ha podido ver Obama. Las vallas publicitarias que hace solo meses denunciaban el imperialismo ahora denuncias la violencia contra las mujeres o la pereza.
Las calles y algunos de los vetustos edificios de La Habana han sido pintados y en cuatro día se presentan los Rolling Stones, algo impensado cuando hace unos años la música occidental era prohibida.
Pero, la represión de las protestas y las violaciones a los derechos humanos en la isla, como lo vivieron el domingo las Damas de Blanco, continúan siendo parte de la vida diaria de los cubanos.
Su llegada
El presidente Obama llegó el domingo a La Habana poco antes de las 5:00 de la tarde, en el comienzo de un histórico viaje donde busca llevar a un punto de no retorno el acercamiento con Cuba.
Obama, la primera dama, Michelle Obama, sus dos hijas y su suegra bajaron del Air Force One bajo cielos nubosos y una lluvia ligera.
Fueron recibidos por funcionarios cubanos de alto nivel incluyendo el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez y la jefa de la sección de EE.UU. de ese ministerio, Josefina Vidal; así como por el encargado de negocios de la embajada estadounidense en Cuba, Jeffrey DeLaurentis.
Obama saludó a la multitud y luego abordó una limusina en la que partió hacia una reunión con el personal de la embajada estadounidense en La Habana y sus familias en el Hotel Meliá Habana.
"Esta es una histórica visita, y una oportunidad histórica para conocer al pueblo cubano", les dijo.
La Casa Blanca dijo que la visita de tres días de Obama —la primera de un presidente en funciones desde que el 30º presidente de EE.UU., Calvin Coolidge, visitó la isla en 1928 a bordo de un barco de guerra— representa un nuevo comienzo en las relaciones entre los dos antiguos enemigos de la Guerra Fría, expandiendo la restauración formal de sus lazos diplomáticos que inició hace ocho meses.
Recorrido por La Habana Vieja
Una hora después de haber arribado, Obama y su familia caminaron bajo una fina llovizna por algunos sitios culturales en el casco de La Habana Vieja, incluyendo La Plaza de Armas, la primera de las creadas en la villa de San Cristóbal de La Habana, y la Catedral de la ciudad.
Unos pocos cientos de personas que habían llegado a la plaza le aplaudieron y gritaron su nombre. El presidente pasó unos minutos saludando a algunas personas antes de entrar a la Catedral.
El recorrido de los Obamas terminó con una cena en el restaurante San Cristóbal.
Además de la reunión con Castro, el mandatario estadounidense se reunirá con empresarios para discutir negocios entre los dos países y por la noche asistirá a un banquete de estado en el Palacio Revolucionario.
El presidente tiene también programadas reuniones con representantes de la disidencia cubana.
El discurso de Obama al pueblo cubano, el acto culminante de este viaje el martes por la mañana, será una oportunidad para echar un vistazo a la historia complicada de los dos países, pero también “expondrá la visión estadounidense de cómo los dos países pueden trabajar juntos y cómo los cubanos pueden buscar una vida mejor” , según lo describió el viceasesor de seguridad Nacional, Ben Rhodes, en una sesión con la prensa.