El Gobierno de Raúl Castro celebró la decisión del presidente de EEUU, Barack Obama, de excluir a Cuba de la lista de países promotores del terrorismo.
La directora sobre Estados Unidos de la cancillería cubana, Josefina Vidal, emitió una declaración el martes en que dice que "El Gobierno de Cuba reconoce la justa decisión tomada por el presidente de los Estados Unidos de eliminar a Cuba de una lista en la que nunca debió ser incluida".
"Como el Gobierno cubano ha reiterado en múltiples ocasiones, Cuba rechaza y condena todos los actos de terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, así como cualquier acción que tenga por objeto alentar, apoyar, financiar o encubrir actos terroristas", añadió la declaración, leída en el noticiero de televisión.
El presidente Obama informó el martes al Congreso su decisión, luego que el Departamento de Estado concluyó que Cuba “no ha proveído ningún apoyo al terrorismo internacional” en losúltimos seis meses y que se le ha asegurado que no tiene intención de proveerlo en el futuro.
Por su parte, legisladores cubanoestadounidenses lamentaron la decisión de Obama.
Marco Rubio dijo que la decisión manda un mensaje los enemigos de EE.UU. y terroristas.
“La decisión de la Casa Blanca es lamentable pero no me sorprende. Cuba sin duda es un país que apoya el terrorismo, tiene fugitivos de la justicia americana viviendo en el país, personas que han robado dinero del Medicare, incluso alguien que asesinó a un policía en EE.UU. hace 30 años (…) Desafortunadamente, han tomado una decisión que va a mandar un mensaje muy peligroso a los enemigos y a los terroristas”, señaló.
La representante republicana por Florida Ileana Ros-Lehtinen criticó la decisión al decir que Obama había cedido "a las demandas de Castro".
Por su parte, el representante republicano Mario Díaz-Balart fue más duro, al escribir en Twitter que "el afán vergonzoso de Obama para apaciguar a los dictadores no tiene límites".