Después de 16 años separados, lo único que separaba al recientemente liberado espía cubano Gerardo Hernández y su esposa, Adriana Pérez, cuando se reunieron en La Habana la semana pasada era su vientre de embarazada.
Con sólo semanas para el nacimiento de su hija, muchas personas se sorprendieron en la isla al preguntarse cómo la pareja podría estar esperando un hijo.
La respuesta yace en procedimientos médicos modernos y la buena voluntad de un senador de Estados Unidos.
En un comunicado difundido a la VOA el lunes, el senador demócrata Patrick Leahy confirmó que durante un viaje de febrero 2013 a Cuba, Adriana Pérez solicitó la ayuda del legislador y su esposa para formar una familia con su marido, que entonces cumplía dos cadenas perpetuas por espionaje en EE.UU.
CNN reportó primero la historia el domingo.
"[Adriana] hizo un llamado personal a Marcelle. Tenía miedo de que nunca tendría la oportunidad de tener un hijo", señaló Leahy. "Como padres y abuelos ambos queríamos tratar de ayudarla. Y como enfermera registrada, Marcelle tiene conocimiento particular de las realidades médicas que [Adriana] estaba enfrentando”.
Una visita conyugal para la pareja cubana estaba fuera de la discusión. Así que los procedimientos para la inseminación artificial se organizaron, en parte por un miembro del personal de Leahy.
"Fue una cosa humana que hacer, y habría hecho lo mismo por cualquiera", dijo el senador. "Nos alegramos que esta temporada de Navidad funcionó"
Un portavoz del legislador, David Carle, dijo a la VOA que ayudar a Hernández y su esposa a concebir "no era parte de un acuerdo global" para el acercamiento con Cuba. En cambio, se consideró como un "esfuerzo humanitario independiente" por el senador.
Pero el gesto no estaba ausente de mérito diplomático.
"Ayudó a cambiar el tono general y el ambiente de las conversaciones", dijo Carle.
Leahy durante años había promovido la liberación del contratista del gobierno estadounidense Alan Gross de una prisión cubana.
La semana pasada se procedió a comenzar la renovación de los lazos diplomáticos entre La Habana y Washington después de más de 50 años, al tiempo que Gross y un segundo estadounidense fueron liberados a cambio de tres presos cubanos, entre ellos Hernández.
El asistente de Leahy, Tim Rieser, dijo a NBC que a medida que se estaba considerando la petición de la familia Hernández, "también estábamos pidiendo a los cubanos a hacer cosas que ayuden a mejorar la condición de Alan Gross".
Carle dijo que el gobierno cubano "accedió en muchos aspectos" a las peticiones humanitarias para mejorar el tratamiento a Gross, pero que no hubo "ninguna discusión del tipo ‘si hacemos esto, queremos que tú hagas esto otro’”.
Hernández es uno de los cinco cubanos detenidos en 1998 y más tarde condenados como jefe de La Red Avispa, que espió a grupos cubano-americanos en Estados Unidos. Él estaba vinculado al derribo de un avión del grupo Hermanos Al Rescate en 1996, que dejó cuatro muertos.
La hermana de uno de los hombres que murieron a bordo del avión derribado dijo a NBC que ayudar a la pareja para concebir era "absurdo".
"La gente en las cárceles cubanas no se permiten las visitas... y aquí vamos camino por la borda para que este tipo tiene un hijo? No tiene ningún sentido", dijo.
Según los informes, los Hernández están esperando una hija en las próximas dos semanas.