El futuro económico de Cuba y las relaciones comerciales con Estados Unidos dependen del retiro de las restricciones que hasta la fecha han evitado la implementación de un sistema bancario y han castigado a inversionistas con fuertes sanciones monetarias.
El proceso de normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba ha dado un paso adelante tras el anuncio del presidente Barack Obama esta semana de retirar a La Habana del grupo de países que apoyan el terrorismo.
"Habrán bancos que van a establecer lazos o sucursales que tienen que ver con Cuba, también (…) poder utilizar la tarjeta de crédito, porque ese era otro obstáculo”, dijo Antonio C. Martínez II, abogado de comercio y miembro de relaciones gubernamentales de Gotham.
“Estar en la lista de países terroristas hace casi imposible a ese país mover dólares en el sistema bancario, porque el banco no va querer ni el riesgo ni pagar las penalidades [al] Departamento del Tesoro”, agregó.
Esto a pesar de que, según Martínez, todavía hay que esperar 45 días para que el Congreso evalúe la acción ejecutiva de Obama.
"Hay un embargo y también requiere autorización por el Departamento del Tesoro, pero no va a ser tan masivo, severo como era al tener a Cuba en la lista de países terroristas”, agregó.
Esto ha generado grandes expectativas en la isla.
"Eso implica un desarrollo y un adelanto, todo por parte económica, social y que bueno que haya pasado", dijo el ciudadano cubano Rolando Martínez..
Por su parte, el ministro de Comercio español, Jaime García, expresó optimismo en una reciente visita a la Habana.
"Con toda seguridad en los próximos meses vamos a ver inversiones importantes de cadenas hoteleras españolas en la isla", dijo en la oportunidad.
Interés generado entre inversionistas que cada vez tendrán menos restricciones debido a las negociaciones de Cuba y Estados Unidos, para abrir nuevas oportunidades económicas.