La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, culminó su agenda de este martes al reunirse con el lider cubano Fidel Castro.
Horas antes, Rousseff, quien realizó una visita oficial por 48 horas a Cuba, entregó declaraciones a los medios e luego del tradicional homenaje que rinden los visitantes ante la estatua del líder José Martí, uno de los precursores de la independencia cubana.
"Que lance la primera piedra quien no tenga tejado de vidrio. Nosotros tenemos en Brasil. Así que estoy de acuerdo en hablar de derechos humanos desde una perspectiva multilateral", afirmó la mandataria brasileña a los periodistas luego de entregar la ofrenda floral a Martí.
Rousseff fue enfática en declarar que sobre derechos humanos hablará directamente con Raúl Castro pero desde una "perspectiva multilateral" pues considera que este tema no puede ser "arma de combate político ideológico".
"El mundo necesita comprometerse en general, y no es posible hacer de la política de los derechos humanos solo un arma de combate político ideológico, el mundo necesita convencerse de que todos los países del mundo deben responsabilizarse, inclusive el nuestro", afirmó la mandataria a un medio.
Las declaraciones de la mandataria se ajustan a las previsiones que en los últimos días entregaron algunos disidentes cubanos que, inicialmente, pensaron que Rousseff intercedería por ellos pero luego descartaron la posibilidad de reunirse con ella.
El caso más sonado es el de la bloguera cubana Yoani Sánchez, quien fue invitada a Brasil para el estreno de un documental en el que participa y que a través de Twitter ha pedido en reiteradas ocasiones la mediación de la mandataria brasileña para que le otorguen el permiso de salida de Cuba.
Sánchez tuvo más esperanzas cuando Brasil le otorgó la visa, sin embargo las declaraciones de Rousseff en Cuba le han hecho perder las esperanzas, pues la mandataria señaló que Brasil ya había hecho lo que le competía que era otorgar el visado "ahora le corresponde obtener permiso para viajar de Cuba", dijo Dilma Roussef.
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Con quién sí se reúne Roussef “orgullosamente”, es con el ex mandatario cubano Fidel Castro. "Espero esa entrevista con mucho orgullo", dijo la mandataria, quien tiene ciertas afinidades con él ya que ella fue víctima de torturas y prisión por ser militante de la izquierda en su país.
Roussef - Castro: una agenda económica
El foco de la visita de Dilma Rousseff a Cuba gira en torno a los acuerdos económicos entre ambos países, algo que ella considera “favorable” y benéfico para ambos países.
Reiteró que su objetivo es "brindar a Cuba nuestra colaboración en diferentes áreas" como la biotecnología donde Cuba es fuerte y Brasil tiene gran capacidad en materia de infraestructura.
"Es un tipo de cooperación en la que todo el mundo gana. Gana Brasil por hacer una cooperación (...) con un pueblo y una estructura excepcional, visiblemente competente, capaz en el área de la biotecnología, en el área de las ciencias médicas (...)", señaló Rousssef.
La mandataria reiteró la aprobación de un crédito por 400 millones de dólares para que Cuba pueda importar alimentos y maquinaria de producción agrícola desarrollada en Brasil.
"También estamos haciendo una gran contribución a la construcción del Puerto del Mariel, el cual constituye un sistema de exportaciones de bienes producidos en Cuba", agregó la mandataria.
La mandataria, que viajará este martes a Haití, cumplirá con su agenda a ese país y regresará a Brasil para enfrentar los señalamientos de corrupción contra su ministro de ciudades, Mario Negromonte, quen tuvo que hacer su dimisión protocolaria. Es el séptimo dignatario en retirarse de su cargo.