Las autoridades cubanas detuvieron a 178 activistas disidentes en enero, el total mensual más bajo en más de cuatro años, tras el inicio de las conversaciones con Estados Unidos para restablecer relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana, según una organización de derechos humanos.
Las detenciones políticas duraron entre dos horas a 12 días, siguiendo el modo típico de represión de opositores a su régimen de partido único, según el informe mensual de la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional cubana.
La cifra es la más baja desde septiembre de 2010, según la comisión. En 2014 el promedio de detenciones mensuales fue de 741, y en 2013 de 536.
Cuba califica a los disidentes como una pequeña minoría de provocadores motivados por pagos estadounidenses canalizados a través de organizaciones no gubernamentales.
El gobierno no hace comentarios sobre la actividad policial.
"Resulta notoria la disminución del número de detenciones de corta duración respecto de los 48 meses anteriores, pero debemos seguir exigiendo que el Gobierno de Cuba ponga fin a la represión política, muchas veces violenta, contra pacíficos disidentes", señaló la comisión en el informe.
La mayoría de las detenciones en enero fueron en respuesta al activismo de disidentes reconocidos, según la comisión.
El régimen de Raúl Castro detuvo a 8.899 personas en 2014, el número anual más alto desde que la comisión comenzó a publicar los registros en 2010, pero las detenciones bajaron en la segunda mitad del año, mientras Cuba y Estados Unidos se acercaban a su anuncio de 17 de diciembre, cuando el presidente Barack Obama y Castro anunciaron la restauración de relaciones diplomáticas.
El acuerdo incluyó la liberación de 53 presos políticos cubanos, algo que el régimen cumplió gradualmente.
La organización "considera que las excarcelaciones de presos políticos en el último año y la disminución de las detenciones en enero pasado son hechos positivos, en sí mismos, al igual que el anuncio del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos de América".